Sección publicada en El Blog entre el 2011 y el 2012
EL VIVOSOLO

NOMBRE COMÚN: Vivosolo.

NOMBRE CIENTÍFICO: No es que esperáramos mucho más, pero el Vivosolo nos ha ignorado. Incluso por teléfono hemos notado que ponía cara de “¿por qué osas molestarme?” y lo hemos dejado correr. Científicos, sí, pero también humanos y no nos gusta que nos traten según cómo.

CARACTERÍSTICAS: El Vivosolo es una especie fácilmente reconocible para el resto de especies, porque otra cosa no pero es transparente como ella sola. Los Vivosolo son esas personas que, por ejemplo, van caminando por el centro geométrico de la acera y no se desvían ni un milímetro de su trayectoria aunque se esté acabando el mundo. Es decir: que ya te apartarás tú. O son esos otros que, en el tren, el metro o donde sea, hablan por teléfono a todo trapo durante un montón de tiempo, haciendo partícipe de su conversación al resto del vagón, que, en general, no podría estar menos interesado en lo que dice o deja de decir el Vivosolo. O mejor dicho, en lo que berrea o deja de berrear el Vivosolo. O son esos otros también que, al cederles el paso o aguantarles la puerta, no se molestan en, ya no darte las gracias, Dios nos libre, sino ni en dirigirte la mirada. Rabia es poco para describir el sentimiento que producen.
Pues eso: que son personas que viven solas, en el sentido de que el resto de humanos se la traen al fresco. Bueno, viven solas hasta que a alguien se le hinchan los testículos o los ovarios y los envían a compartir convivencia con alguna otra persona en la habitación de un hospital. Y es que, aunque en Fauna Humana somos firmes defensores de la paz, la no violencia, las florecillas silvestres y tal y cual, hay especies a las que un par de hostias bien dadas no les viene nada mal. Cuando alguien se lo gana, se lo gana.

TIPOS: Un par de ellos: el Conocedor y el Nosedequemehabla. El primero es un Vivosolo que, eso, es conocedor de que lo es y ya le está bien. Es decir: me la pela todo el mundo, y a quien le guste bien y a quien no también. Un imbécil, sí, pero consecuente, las cosas como son.
Y después está el Nosedequemehabla, que vive absolutamente igual de solo que el Conocedor, pero que cuando se lo reprochas no sabe de qué le estás hablando. O sea: que además se encuentra a sí misma una maravillosa persona, generosa, altruista y que se preocupa por los demás. No es exclusivo del Vivosolo Nosedequemehabla, pero esta subespecie es de las familias humanas que mejor imagen tienen de sí mismas y que más tergiversan una realidad por otra parte bastante evidente. Aparte del par de hostias que, como a cualquier Vivosolo, algún día le han de dar, en Fauna Humana creemos que un poco de psicoanálisis, gestalt o electroshocks le irían al Nosedequemehabla fantásticamente bien. Pero es sólo nuestra opinión, claro.

HÁBITAT: Le da lo mismo porque, recordémoslo, el Vivosolo vive solo. No literalmente, pero sí filosóficamente, así que no es algo relevante. El Vivosolo actúa del mismo modo si está a solas en el desierto del Sáhara que si está en medio de la Quinta Avenida de Nueva York. El hábitat es él.

ALIMENTACIÓN: Tampoco se conocen peculiaridades en este aspecto de su vida. Lo que ve y le apetece, lo agarra y se lo come. Que con anterioridad a comérselo fuera o no de su propiedad es también algo irrelevante para el Vivosolo, que no pierde el tiempo en pensar en tonterías.

APAREAMIENTO: Sentimos insistir, pero en esto el Vivesolo también vive solo. Pero no porque no se coma una rosca, que los hay que sí y los hay que no, sino porque no conoce ni dios ni patria. Nos referimos a que si lo que cae en su camino no es del todo conveniente (léase la mujer de un jefe, la novia de un hermano, el novio de una hermana, el cura de una boda, el difunto de un entierro…) al Vivosolo, como cabía esperar, le da igual. De hecho, podemos afirmar, a riesgo de una demanda, que en la mayoría de los incestos hay algún Vivosolo de por medio.
Eso sí: absolutamente imposible la convivencia entre dos Vivosolos. Es normal: se encontrarían por el pasillo, ninguno de los dos tendría intención alguna de apartarse y la relación, el primer día, llegaría a un punto sin retorno.

COMPATIBILIDADES: Con los Escúpeme, los Trátamemal y pocos más. Son muy irritantes y es difícil no tener ganas de hacerles tragar una barra de uranio empobrecido, que es lo más científico que se nos ha ocurrido que podíamos hacerles tragar.

INCOMPATIBILIDADES: Con cualquier especie mínimamente normal. No creemos necesario añadir nada más. Ni lo creemos ni nos apetece, digámoslo todo. La honradez por delante de todo, por supuesto.

CONCLUSIÓN: No querríamos hacernos pesados, pero la conclusión no puede ser otra que quien le pegue dos bofetadas con la mano abierta a un Vivosolo tiene todo el respeto y el agradecimiento de Fauna Humana.

LeandroAguirre@2012 (revisión 26/06/2014)

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