Sección publicada en El Blog entre el 2011 y el 2012
EL SABELOTODO

NOMBRE COMÚN: Sabelotodo.

NOMBRE CIENTÍFICO: Después de tres cuartos de hora de introducción a su nombre científico, decidimos dejar de escuchar al Sabelotodo no fuera caso que la integridad física de alguien, la suya o la nuestra, pudiera salir perjudicada. ¡Si hasta nos quería dar lecciones sobre fauna humana! Y eso sí que no.

CARACTERÍSTICAS: Un clásico que no entendemos cómo no ha salido hasta ahora. El Sabelotodo es ese humano que, evidentemente, todo lo sabe. Bueno, aclaremos: que piensa que todo lo sabe, que no es exactamente lo mismo. Da igual la temática que se trate, el Sabelotodo siempre tendrá algo que decir y aportar sobre ello, algunas veces con conocimiento de causa y otras con delirios de conocimiento de causa. Creemos que no es necesario realizar una extensa descripción del Sabelotodo porque es una especie humana largamente conocida por el resto de humanos, ya que se disemina por el planeta como el polen en primavera. Sabelotodos de manual serían la mayoría de políticos y tertulianos radiofónicos y televisivos, por ejemplo. También se dice que en cada barra de bar hay por lo menos uno, algo que nos gustaría desmentir, porque en realidad no tiene ninguna base científica, pero no podemos. Efectivamente: en cada barra de bar hay un Sabelotodo.

TIPOS: Mmm… Ah, sí, los tipos… Pues dos, como siempre: el Conlímites y el Sinlímites. El Conlímites, se puede imaginar, en un Sabelotodo que lo sabe todo hasta un cierto punto. Es decir, que si, por ejemplo, hay dos científicos discutiendo sobre temas técnicos de física termonuclear, será lo suficientemente sensato para admitir que se le escapa y mantenerse al margen. Con dificultades y luchando contra su naturaleza, cierto, pero se mantendrá al margen. El Sinlímites, está claro, no sólo tiene conocimientos y opinión sobre absolutamente todo, sino que además piensa que es el que más conocimientos tiene y dará su opinión sobre física termonuclear y sobre lo que haga falta. Un Sabelotodo Sinlímites discutirá con Fernando Alonso sobre la conducción de un Fórmula 1, con Gabriel García Márquez sobre el uso de adverbios y adjetivos, o con Juan Carlos de Borbón sobre la mejor manera de matar un elefante. Se le llama Sinlímites por algo, está claro.

HÁBITAT: Ojalá tuvieran un hábitat concreto para evitar pasar por él y santas pascuas, pero no es así. El Sabelotodo, sin ser de las especies más numerosas, sí que se coloca muy bien estratégicamente, por lo que parece que estén por todos lados y es difícil huir. Es cierto que hay lugares más propicios que otros a tener un encuentro paranormal con un Sabelotodo (las, como hemos dicho, barras de los bares o en cines, conciertos, museos y manifestaciones culturales en general), pero sólo es orientativo, porque luego te metes en una verdulería y te encuentras a uno explicándole al dueño el proceso de reproducción de las acelgas, así que, en el fondo, es una lotería.

ALIMENTACIÓN: No tiene el Sabelotodo una dieta especial. Lo que sí tiene es una necesidad de explicarle al mundo cuál es el proceso de recolección y/o elaboración de lo que está comiendo. La especie humana más odiada por el gremio de la hostelería y de la atención al cliente en general con mucha diferencia. Es para coserles la boca a lo vivo, en serio. Puede parecer cruel por nuestra parte, pero es que se lo ganan a pulso.

APAREAMIENTO: Les cuesta, porque no todo el mundo es capaz de aguantar tostones sobre reproducción y genética antes de cada coito, pero más o menos se salen. No es la especie que lo tiene más fácil, pero tampoco la que más complicado. ¿Si se juntan dos Sabelotodos? En ese caso no hay problema: acabarán queriendo demostrar al otro que ellos saben más también de eso, y terminarán por hacerlo en condiciones.

COMPATIBILIDADES: Hay algunas: con los Soytodooídos, los Queinteresanteeres o los Melotragotó, pero en general no son humanos bien recibidos porque a nadie le gusta que le hagan sentir como un analfabeto. Aunque se sea uno.

INCOMPATIBILIDADES: Como ya hemos dicho, con bastantes especies, por no decir con la gran mayoría. Pero especial atención a cuando se junten un Sabelotodo con un Ignoranteyorgulloso. La cosa puede acabar muy malamente. Pero que muy malamente, en serio.

CONCLUSIÓN: Intentamos sacarle a todas las especies humanas su miajita de positivo, pero el Sabelotodo nos lo pone muy difícil. Son casi tan pesaos como un Pesao y casi tan insufribles como un Yomás, combinando lo peor de ambos mundos, por lo que es complicado no querer evitarlos. Aunque la gente, en realidad, se complica la vida, porque con un simple “no me interesa” desarmas a un Sabelotodo para los restos.

LeandroAguirre@2012 (revisión 08/05/2014)

 

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