Sección publicada en El Blog entre el 2011 y el 2012
EL TOPAMÍ

NOMBRE COMÚN: Topamí.

NOMBRE CIENTÍFICO: Que eso, que todo –incluido su nombre científico– pa' él y de ahí no ha habido forma de sacarle. No esperábamos otra cosa, pero la confirmación empírica es la confirmación empírica, por supuesto. Empirismo ante todo, es nuestro lema. ¡Viva el empirismo! ¡Viva!

CARACTERÍSTICAS: También conocido como el Agonías, el Avaricias, el Rata y otros muchos nombres tanto técnicos como coloquiales, el Topamí es una clase de humano cuya principal característica consiste en que necesita poseer cualquier cosa que esté en su radio de acción. Da igual que sean unos berberechos que acaba de traer un camarero o la novia nueva que le acaba de presentar un amigo: el Topamí sentirá la imperiosa necesidad de quedarse con ello. Evidentemente sólo se quedará con lo que sea humanamente posible quedarse, pero en los casos en los que no lo consiga siempre sentirá esa comezón que le destrozará interiormente. Igualmente, el Topamí lleva fatal el tener que compartir algo: cuando a un Topamí le pides un cigarro, un donette o lo que sea, sentirá morir por dentro y, en los casos extremos, será capaz de perder amistades y enemistarse con la familia por no hacerlo. Y es que el Topamí es una especie bastante nociva para el resto de especies humanas, pero principalmente es una especie nociva para sí misma, ya que su ansia de posesión puede llegar a destrozarle mental y psicológicamente, lo que en Fauna Humana nos sabe fatal. Pero fatal, en serio.

TIPOS: Los Topamís, aunque no os lo podáis creer, se dividen en dos: los Conscientes y los Inconscientes. Los primeros son Topamís que saben que son Topamís y se dividen a su vez en dos subespecies: los Topamís Losiento, que son conscientes de sus debilidades e intentan evitarlas o minimizarlas, y los Topamís Melasuda, que también son conscientes de su topamismo pero a los que, al contrario que los primeros, o les da igual o, directamente, les gusta. Estos últimos son los Topamís más peligrosos, ya que, al llegar incluso a disfrutar de ello, son seres dispuestos a elaborar complejas estrategias para, por ejemplo, agenciarse la última patata que queda en una bolsa de ídems fritas.
El Topamí Inconsciente, por su parte, es un Topamí con las mismas características que los otros, sólo que, en este caso, no sabe de su topamismo. Estos pueden llegar a ser incluso más irritantes que los del primer grupo, ya que, aparte de ejercer sin dismulo su topamismo, pueden llegar a criticar con dureza el topamismo de los demás, lo que ya hace que tengas unas ganas locas de, en el mejor de los casos, meterle con la mano abierta y dejársela marcada en la cara.

HÁBITAT: No tiene el Topamí un hábitat especial en el que vivir. Bastante adaptable, es un espécimen que pasa razonablemente desapercibido hasta que comienza sus actos topamistas. E incluso cuando lo hacen pueden tardar bastante en ser descubiertos, ya que si un Topamí es lo suficientemente discreto puede engañar durante mucho tiempo al grupo humano al que pertenezca. Por lo demás, en cualquier lugar en el que haya una gamba solitaria, un último cigarrillo en una cajetilla o un culo de cerveza, allí habrá un Topamí para dar cuenta de ello, en una labor carroñera indispensable para el ecosistema que nunca será suficientemente valorada. O eso dicen ellos.

ALIMENTACIÓN: El Topamí, como podéis presuponer, se alimenta básicamente de lo que dejan los demás. Consigue sus propias fuentes de subsistencia, evidentemente, pero sólo si antes no ha podido nutrirse de las fuentes de subsistencia de otros humanos. En este sentido, es omnivoro hasta la enfermedad. Es decir: mientras sea ajeno, el Topamí no tiene problema alguno con ningún tipo de alimento, bebida o incluso gas.

APAREAMIENTO: No tienen los Topamís especial dificultad en el apareamiento, aunque sí en la vida en pareja. Es absolutamente normal, ya que, cuando necesitas tener cualquier cosa que se menea, es difícil no caer en la tentación, algo que, como es de suponer, no llevan muy bien las parejas de los Topamís, que acaban abandonándolos. Es natural.

COMPATIBILIDADES: El Topamí, en toda su extensión, es compatible con el Lomioestuyo, el Nomelomerezco y el Sientoexistir, al que estudiamos la semana pasada. Eso sí: hasta que no se le conoce bien, es un tipo de humano bastante compatible con la mayoría de especies humanas. Mucho cuidado.

INCOMPATIBILIDADES: El Tócaloytemato sería, en principio, el gran archienemigo del Topamí, pero los verdaderamente incompatibles con los Topamís son los otros Topamís. Si se reúnen en una misma mesa dos Topamís y sólo queda una única oliva, las consecuencias pueden ser imprevisibles. Se conoce de asesinatos en circunstancias similares, así que mejor no juntar a dos Topamís nunca por lo que pueda pasar. O, bueno, también se les puede juntar y dejar que se maten; es otra posibilidad.

CONCLUSIÓN: Al Topamí, mientras no se propase, mejor dejarle hacer. Dan un poco de rabia, sí, pero no pueden hacer nada por evitarlo y el mayor perjudicado es él mismo, así que procuremos no ser muy duros. Eso sí: cuando se propasan, mejor apartarlo de tu vida, porque, como ya hemos visto en otros casos de fauna humana, dan tantas ganas de matarlo que te arruinarías la vida por hacerlo. Y no es plan.

LeandroAguirre@2012 (revisión 02/01/2014)

 

TODO FAUNA HUMANA 2

 

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS