Sección publicada en El Blog entre el 2011 y el 2012
EL HUELEMIERDA

NOMBRE COMÚN: Huelemierda.

NOMBRE CIENTÍFICO: Hemos ido a la Asociación Nacional de Huelemierdas y, como no podía ser de otra manera, nos han puesto cara de oler excrementos cuando les hemos requerido por su nombre científico y lo hemos dejado estar. Y es que es muy desagradable que te hagan eso, en serio.

CARACTERÍSTICAS: Pues eso, que no hace falta tener estudios ni ser aspirante al Nobel como nosotros para saber lo que es un Huelemierda: alguien que va por la vida con el rictus de estar oliendo mierda, suponemos que cualquier lector sabrá de lo que estamos hablando. Los Huelemierda no son ni buenos ni malos ni todo lo contrario, simplemente es que, cuando los ves mirarte con esa cara de estar perdonándote la vida, ya no dan ganas de indagar más en el interior y la personalidad de los susodichos. Por el contrario, en la mayoría de casos dan ganas de cruzarle la cara con un revés bien dado, cosa que, en el fondo y bien pensado, tampoco sería del todo justo porque no está nada claro que la cara de asco sea consciente o una mera malformación genética. En cualquier caso, y como la mujer del César no sólo ha de serlo sino también parecerlo, hemos de concluir que, aunque el Huelemierda fuera una maravillosa persona, que no decimos que lo sea, lo pone realmente difícil para creer que así sea. Huelemierdas bastante conocidos podrían ser Letizia Ortiz o Victoria Beckham, y aunque, hablando de Letizia y Victoria, en principio el huelemierdismo no conoce de credos ni de ideologías, bien es cierto que, según muchos estudios, la intensidad de huelemierdismo suele ser directamente proporcional al nivel de ingresos del Huelemierda en cuestión. Ahí dejamos el dato.

TIPOS: Aunque parezca increíble, hay dos clases de Huelemierdas: el Común y el Psicosomático. Este último es el más curioso y el menos habitual de los dos, pues su huelemierdismo se acaba convirtiendo en patología. Es decir: de tanto poner cara de estar oliendo mierda acaba oliendo mierda de verdad, haya o no haya, evidentemente, mierda alrededor. Lo pasan mal, pobres, porque hasta en la ducha les sucede este fenómeno, pero en el fondo se lo han buscado ellos solitos, así que pena, poca. El Común es el que todos conocemos: alguien a quien le estás explicando cualquier cosa y que te escucha con cara de estar dándole asco tú y lo que le cuentas, y que te pide a gritos que le abofetees. Un Huelemierda normal y corriente, vamos.

HÁBITAT: El Huelemierda no tiene hábitats concretos y, en este sentido, es bastante adaptable. Obviamente pondrá cara de asco ante cualquier hábitat en el que se encuentre, pero estar, está. A disgusto y cortándole el rollo a todo el mundo, cierto, pero, repetimos, está. Otra cosa es que su presencia sea más o menos conveniente, pero insistimos por si no había quedado del todo claro: el Huelemierda ahí está.

ALIMENTACIÓN: Un problema lo de la alimentación del Huelemierda, como es fácil suponer. Si otras especies humanas o cualquier lugar son blanco de su desprecio, se puede imaginar lo especiales que pueden llegar a ser con la comida. Aun así, y aunque sea contra su voluntad, acaban consumiendo los nutrientes que necesitan para subsistir. Con lo mínimo posible y con gesto de desprecio, pero van subsistiendo.

APAREAMIENTO: Otro contratiempo para los Huelemierdas es el apareamiento. Y es que, por supuesto, lo último que le gusta a cualquier otro humano cuando alguien va a copular con él es que esa persona ponga cara de asco. Aparte de ser muy desagradable que te lo hagan –a nosotros los científicos nos lo hacen incluso especies que no son Huelemierdas–, el golpe a la autoestima que supone algo así no es fácilmente calculable en gastos en psicólogos y terapeutas varios.

COMPATIBILIDADES: Está el Doyasco, el Trátamemal, el Antesmuertoqueduchado y algún otro, pero en general a las especies humanas no les hace especial ilusión tener la sensación de estar produciendo repugnancia, por lo que compatibilidades, lo que técnicamente se conoce como compatibilidades, el Huelemierda pocas, la verdad.

INCOMPATIBILIDADES: Grandes incompatibilidades entre los Huelemierdas, pero el verdadero archienemigo del Huelemierda es, sin duda alguna, el Tuquemiras, del que ya hablamos en otro capítulo con anterioridad. O sea: es ponerse el Huelemierda a mirar con esa cara de asco a un Tuquemiras y desatarse la tercera guerra mundial. Una guerra mundial en la que, digámoslo todo, es el Huelemierda y no el Tuquemiras el que suele salir con la cara hecha un mapa.

CONCLUSIÓN: Son desagradables, sí, tanto como ellos piensan que es el resto del universo. No sabemos qué consejo dar en este caso. Lo ideal sería evitarlos y ya está, pero tampoco podemos culpar a nadie por perder los nervios e intentar borrarles del rostro esa mueca de desprecio de un sopapo, sinceramente. Por cierto… Sopapo… Qué gran palabra, verdaderamente. Y qué injustamente infrautilizada. Sopapo...

LeandroAguirre@2012 (revisión 10/04/2014)

 

TODO FAUNA HUMANA 2

 

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS