ENTREBESTIA CON...

Jair Bolsonaro

08/07/2020

Eu.

Sr. Bolsonaro?
Sou eu.

Você fala espanhol?
Por supuesto.

Bueno, no tan por supuesto. Yo no hablo portugués, por ejemplo.
Y por eso yo soy el presidente de Brasil y usted es… ¿Usted quién es, dice?

Un juntaletras que pregunta.
¿Tiene que ser ahora? Es que estoy un poco indispuesto.

COVID, ¿no?
Pues sí.

¿Ha oído usted hablar del karma?
Claro. ¿Por?

Porque a lo mejor tienen algo que ver sus cachondeítos con la enfermedad con que usted se haya infectado.
¿Cachondeítos? Yo siempre me he tomado esta enfermedad muy en serio.

Oiga, que la llamó “gripecilla”.
Pero en confianza, como si dijera cancerito o enfisemita.

No he oído jamás a nadie decir tales cosas.
Porque usted es español, que son todos unos siesos. Aquí decimos las cosas con cariño.

Sí, sobre todo usted. También despreciaba el uso de las mascarillas y aparecía sin ella en público.
¡Calumnias!

Pero, oiga otra vez, que las imágenes están ahí.
Manipuladas por mis enemigos, sin duda.

Sus enemigos que son…
Es una conspiración judeomasónica.

Coño, eso me suena.
No sé de qué, tengo el copyright.

También decía que la ciencia debería estudiar a los brasileños, porque no se contagian. Visto lo visto, ¿eso qué significa?; ¿que lo que decía era una monumental gilipollez o que usted no es brasileño?
¡Retire eso!

¿El qué?; ¿lo de la gilipollez o lo de su brasileñidad?
Ambas.

Hombre, una de las dos tiene que ser, no queda otra.
Hay otra posibilidad: que usted entendiera mal lo que yo dije.

Yo, y el resto de habitantes del planeta, deduzco.
Efectivamente. No todo el mundo puede seguir mis razonamientos avanzados.

Yo no, se lo confieso.
¿Ve?

¿Y ahora, presidente?
¿Ahora qué?

Que si va a seguir menospreciando la enfermedad después de haberla padecido.
Insisto en que yo no he menospreciado nada. No hay en el mundo un gobierno que se haya tomado más en serio la lucha contra el coronavirus que el nuestro.

Lo siento pero se lo tengo que preguntar: me está vacilando, ¿verdad?
Je je… Un poco.

No es necesario.
No, pero es entretenido.

Podría usted entretenerse con su señora madre de usted. Es solo una sugerencia.
Si fuera usted brasileño haría que le encerraran por ese comentario.

Pensaba que esas cosas las hacían los jueces.
¿Es usted un poco ingenuo, ¿no?

Quizás. En todo caso, por suerte o por desgracia, no soy brasileño.
Pues no se le ocurra venir de vacaciones, porque le meteré un paquete de época.

No tenía intención, descuide.
¿Tiene algún problema con Brasil?

Hasta hace un minuto que me ha amenazado con meterme en la cárcel, ninguno. Ahora tengo algún reparo, la verdad.
Está usted avisado.

Pues muy bien. En fin, vamos a dejarlo. Le desearía una pronta recuperación de la gripecilla, pero es que me da igual, para qué le voy a engañar.
¿Desea usted mi muerte, mala persona?

Yo no he dicho tal cosa. Simplemente es que me la suda cómo se encuentre usted, sinceramente.
Lo dicho: mala persona.

¿A usted le importa cómo me encuentro yo?
En absoluto.

Pues eso.
Pero usted no es el presidente de Brasil.

Como si es usted el emperador de todas las galaxias, entiéndame. Me la suda igual.
Tardaré más o menos, pero ya le pillaré.

¿Es una amenaza?
Por supuesto.

Por dejarlo claro, más que nada.
Pues dicho queda.

Venga, presidente, cuídese.
¿No ha dicho usted que le da igual cómo me encuentre?

Y me da igual. Solo es una expresión.
Mala persona…

No como usted, claro.
Efectivamente.

Hala, adiós.
Ni pise Brasil, ya sabe.

Que no, que no… Obrigado.
Tchau.

Bueeeno… Johnson, Bolsonaro… Ya solo queda Trump.

LeandroAguirre©2020

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