Sección publicada en El Blog entre el 2011 y el 2012
EL GUIRI

NOMBRE COMÚN: Guiri.

NOMBRE CIENTÍFICO: El Guiri tiene nombre científico, pero está en un idioma extraño absolutamente incomprensible que nos vemos totalmente incapaces de reproducir, más que nada porque contiene un montón de letras raras que no existen en los teclados de nuestras máquinas de escribir Olivetti. Pues eso.

CARACTERÍSTICAS: Humano éste absolutamente diferente al resto. Esquizofrénicamente inclasificable, el Guiri adopta diferentes formas y entidades para deambular por los hábitats desconocidos en los que se adentra. Ése sería quizá, junto a la imposibilidad de entenderles, el único nexo de unión entre todos los Guiris: su desubicación. El Guiri, en una de sus características externas más reconocibles, anda siempre como perdido, mirando arriba y abajo, a derecha y a izquierda, como buscando puntos de referencia que sabe que nunca va a encontrar porque, principalmente, no tiene ni pajolera idea de dónde se encuentra. Por lo demás, el Guiri puede presentarse ante uno de muy diferentes formas: como una piltrafa alcoholizada a las once de la mañana, como un erudito estudioso haciendo preguntas históricas a las tres de la madrugada, como un GPS buscando ubicaciones y recorridos con un plano en la mano o, en definitiva, en múltiples e infinitas maneras. El Guiri tiene, además, el condicionante añadido de que, aparte de Guiri, puede ser cualquier otro tipo de especimen humano. Es decir: un Guiri puede ser al mismo tiempo un Cuentachistes, un Yomás, un Pesao o un lo que sea, y eso es precisamente lo que le hace un humano único y digno de estudio y también lo que hace que no sepa uno qué puede esperarse cuando se le tiene delante. En este aspecto se ha de reconocer que es uno de los grupos humanos más sorpresivos y excitantes que existen, sobre todo cuando se trata de Guiris Despistaos Despistaos (ver El Despistao), que pueden llegar a colapsar ciudades y a provocar suicidios colectivos intentando encontrar tal monumento o tal calle. Tremendos.

TIPOS: Sería tarea de titanes intentar realizar una clasificación del asombroso número de Guiris que existen. Aparte de que, como ya hemos dicho, también poseen características de otros humanos, el lugar de su procedencia también influye mucho, así que es una labor para la que nos declaramos incompetentes. Podemos nombrar, eso sí, a los más importantes. Están, por ejemplo, los Esponja, seres con una alucinante capacidad para la absorción de líquidos. De líquidos alcohólicos, se sobreentiende, porque, sorprendentemente, sufren una alergia tremebunda al agua o a los zumos. También están los Clicks, que al contrario de lo que se pueda pensar no son unos muñequitos de plástico con parálisis en los miembros, sino seres humanos que sienten la necesidad de fotografiar cualquier cosa con la que se cruzan. A este especímen de Guiri se le reconoce fácilmente porque su cámara fotográfica es como una extensión de su cuerpo y se le puede ver habitualmente haciendo fotos de cosas como papeleras, excrementos de perro o semáforos. De hecho, existe una isla llena de Guiris que, de tanto fotografiar y fotografiar, han acabado con los ojos así como achinados y entrecerrados, así de fuerte es la obsesión de estos especímenes. Japoneses, los llaman. Y no podía faltar en esta relación el Miraplanos, que son Guiris que nunca conocen el hábitat que están recorriendo porque, simplemente, no lo ven porque están mirando un plano del hábitat que están recorriendo. Gran peligro corren este tipo de Guiris: son miles los que mueren o quedan tetraparapléjicos en todo el mundo por darse contra las farolas o ser atropellados al no mirar por dónde iban. Hay cientos de tipos de Guiris más pero, repetimos, sería imposible incluirlos aquí.

HÁBITAT: Allá donde haya un museo por cutre que sea, allá donde haya una estatua por mierdosa que parezca, allá donde haya un bar con sangría por asquerosa que esté, allá donde haya un centro histórico de dos columnas y un arco, allá donde haya una playa aunque sea abarrotada de gente y llena de chapapote, allá donde haya la cola de gente más larga, allá donde pegue más el sol a las tres del mediodía, allá donde haya un charco de vómito, allá habrá un Guiri. ¿Hábitats? Tantos como clases de Guiris. Así que, eso: no way.

ALIMENTACIÓN: Depende mucho del lugar en el que se encuentre el Guiri, pero centrándonos en la fauna Guiri ibérica, se puede afirmar que la dieta básica del Guiri está compuesta por paella y alcohol. Entre paella y paella, hacen pausas en unos abrevaderos llamados MacDonald’s, pero, vamos, básicamente lo dicho: paella y alcohol. De farmacia, si puede ser, que tiene más grados.

APAREAMIENTO: Llamarle apareamiento a lo que hacen gran parte de los Guiris quizá sería un poco excesivo. Atiborrados de alcohol y otras sustancias, los Guiris intentan acabar sus noches con algún otro miembro humano, preferentemente aborígenes, lo que es altamente infrecuente debido a, básicamente, que el Guiri difícilmente se mantiene en pie cuando intenta sus ritos procreativos, con lo cual es harto dificultoso que la operación llegue a buen puerto. En caso de conseguirlo, el Guiri realizará el acto sexual en el primer sitio que pille, pues, sabedor de que en cualquier momento puede darse de bruces contra el suelo, no puede prolongar la espera por mucho tiempo por riesgo de no llegar al final. Muy cutre y muy triste todo, efectivamente.

COMPATIBILIDADES: El Guiri es compatible con cualquiera que le entienda, lo cual descarta a la mayoría de humanos. Por lo demás, pues depende del tipo de Guiri, como ya hemos visto. El Reverencias Nipón o el Desapercibido Nórdico no tienen ningún problema con nadie, pero en cambio el Esponja Británico o el Cazachatis Italiano son compatibles con sus amigotes, con su puta madre, y poco más.

INCOMPATIBILIDADES: Pues ídem de ídem que lo anterior pero al revés, aunque en este caso sí que podemos nombrar a una especie humana universal que no puede soportar al Guiri: el Miterruñoesmío, un espécimen que no soporta a nada ni a nadie que provenga de dos kilómetros más allá de su hábitat, que suele corresponder con su lugar de nacimiento. Pero no hay que darle más importancia porque suelen ser humanos que tampoco soportan a sus vecinos ni a sí mismos, así que…

CONCLUSIÓN: El Guiri no es malo en sí, son las circunstancias las que le pueden volver insoportable. Cuando el Guiri vuelve a su hábitat natural no se pone a beber hasta reventar a las diez de la mañana ni va vomitando por las calles, así que la solución es clara: ir hasta el hábitat de los Guiris, beber hasta reventar a las diez de la mañana y vomitar en sus calles. ¿Que eso te convierte en un Guiri? Evidentemente, pero ojo por ojo…

LeandroAguirre@2012 (revisión 30/01/2014)

 

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