LA CIGARRA Y LA HORMIGA
02/2011

(...) Y, llegado el fin del verano, la cigarra se cargó a la gilipollas de la hormiga y vivió feliz y se zampó todo lo que ésta había estado recolectando con gran esfuerzo durante semanas. Hasta que, eso sí, a los pocos días llegó un hormigón armado y la fusiló al amanecer.
Mucho más corto y realista que el original, no diréis que no. Y sin moraleja, que es una de las cosas que más rabia dan en esta vida. De nada; soy así de majo.

LeandroAguirre©2011

 

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS