Pues, la verdad, nos da cierta penilla que el Tonto’lculo del 2016 se lo lleve la persona que se lo ha llevado, pero el pueblo ha hablado y ha decidido lo que ha decidido. Han votado pocos, sí, pero han votado lo que han votado y no hay nada más que decir.
Nosotros hubiéramos preferido que el galardón se lo hubiera llevado, por ejemplo, la tal Jaimie Gilt, una madre defensora de las armas que fue disparada por la espalda por su hijo de cuatro años con un arma que ella había dejado a su alcance ahí detrás en el asiento del coche. Por justicia poética, más que nada. Pero no.
El Tonto’lculo del Año 2016 se lo lleva una señora francesa, de Toulouse concretamente, que adquirió una importante cantidad de cocaína y, ni corta ni perezosa, se fue hacia el cuartelillo –gendarmerie en su caso- más cercano para que le verificaran que la calidad del producto que había adquirido era la adecuada y no le habían dado gato por liebre.
Desafortunadamente para ella la cosa era cocaína de verdad y no harina, así que un día de estos tendrá que comparecer ante el juez, si es que no lo ha hecho ya, porque esto sucedió en abril.
Mirado desde la distancia, creemos que le dimos a la señora el Tonto’lculo de la Semana en aquella ocasión, más que por llevar cocaína a una comisaría para que te la verifiquen, que ya de por sí es una tontoculez importante, por llevarse las dos bolsas enteras que se había agenciado en lugar de llevar una pequeña muestra, que hubiese sido igualmente una tontoculez, sí, pero mucho menor.
En todo caso, nos dé penilla o no nos dé penilla, Madame Cocaïne se lleva el Tonto’lculo del Año 2016. Si por puta casualidad alguien la conoce, que le diga que se ponga en contacto con nosotros para que le entreguemos el trofeo cuando salga de la cárcel, si eso.