Estadísticamente parecía imposible que el Tonto'lculo del Año se lo llevara alguien que no fuera policía o caco, porque ya sabéis que durante el 2014 coparon los galardones del Tonto'lculo de la Semana con una superioridad insultante. Pero no: lo ha ganado un cura.
Recordamos el caso. Frank Kabele es —era— un pastor cuya parroquia estaba en Gabón que un día tuvo una iluminación: con la suficiente fe podía llegar a caminar sobre las aguas como Jesucristo o Dynamo. Así que, sin dudar de sus visiones y sin antes hacer algún ensayo o algo, se llevó a su congregación hasta un estuario para demostrarles que, eso, con fe, se podía conseguir lo imposible.
Y el reverendo Kabele se introdujo en el agua, comenzó a adentrarse en el estuario y... Y evidentemente nunca más se supo de él, porque de haber tenido éxito no hubiera ganado ni el Tonto’lculo de la Semana ni mucho menos el del Año, y además hubiera protagonizado, como mínimo, un monográfico de Cuarto Milenio.
Galardón, pues, para el pastor Kabele. A título póstumo, por supuesto. Nuestras felicitaciones. A título póstumo también, claro.