LLEGIR EN CATALÀ

¿Honorable?
¿Quién habla?

Uno que junta letras y pregunta.
Ya he dicho todo lo que tenía que decir.

Ya ha dicho todo lo que ha querido decir, con perdón.
Pues eso: que ya he dicho todo lo que tenía que decir.

Que no me responderá, dice.
Va, ya que ha llamado pregunte, pregunte...

De entrada, le he de confesar que llamarle ‘Honorable’ en estos momentos me parece como poco paradójico.
A mí también, no le engañaré.

No lo diré más, supongo que me comprende.
Absolutamente.

Treinta años, Sr. Pujol...
Siempre he tenido una memoria muy mala.

Hombreee...
Yo siempre estaba: “Se me olvida algo, se me olvida algo...” y nunca caía qué era.

Como excusa es muy pobre, presidente.
Era un hombre muy ocupado.

En todo caso no ha aclarado ni la cantidad de la que hablamos, ni el número de cuentas que hay, ni los países a los que nos referimos, ni nada.
Hombre, una cosa es confesar y otra hacer un striptease.

Es que el tema de la herencia está cogido con pinzas si no se demuestra.
Mi padre estaba forrado, ¿sabe? Bill Gates un aprendiz.

Dicen que hace todo esto para salvar a sus hijos.
Mis hijos son bellísimas personas.

No lo dudo, pero eso no tiene nada que ver con tener o no tener millones sin justificar en cuentas en paraísos fiscales.
La herencia.

Cuesta de creer.
Toda la culpa es mía. Que me crucifiquen a mí.

No se haga el mártir ahora.
Con todo lo que he hecho por Cataluña...

Hablando de eso, usted llegó a decir que las acusaciones contra usted eran ataques contra Cataluña.
Y era verdad. Desperta ferro!

Vaaa...
¿Qué quería que dijera? ¿Que me llevaba los billetes a manos llenas?

No, pero quizás no era necesario utilizar la patria y la bandera para levantar las bajas pasiones.
Es una táctica que siempre ha ido maravillosamente bien.

Lo sé, lo sé... ¿Angustiado por lo que viene ahora?
Me moriré antes que esto se acabe, joven. Incluso usted se morirá antes.

Pero sus hijos probablemente no.
He hecho lo que he podido.

Dice Mas que ha renunciado a sus cargos y privilegios. Voluntariamente, dice.
Voluntariamente las pelotas.

Me sorprende, presidente.
De perdidos, al Ebro.

¿Puedo hablarle con sinceridad?
¿No lo está haciendo ya?

De aquella manera. ¿Sabe qué molesta más?
¿Que yo soy rico y ustedes no?

No: que se ha pasado usted la vida dando lecciones morales a los demás y haciéndose la víctima.
Hombre, es que cuando mientes, o lo haces bien o no lo haces.

Eso es cinismo y doble moral, presidente.
Pues muy bien.

¿Y ahora?
Ahora a jugar al dominó y esas cosas que hacen los jubilados.

¿Juegan con dinero?
Pobre de mí... Ni un euro tengo.

Presidenteee...
Ay, sí, que ya me han pillado.

Hasta luego, presidente.
Adéu.

Pues eso.