Señoría, seremos breves. Si una persona a la que le han retirado la licencia para conducir agarra igualmente su coche y se va de parranda y se emborracha, hay algo que nunca nunca nunca, jamás de los jamases, debe hacer: meterse en el aparcamiento de la policía. Aunque sea en el de la policía de Pamplona, que ha visto de todo en esta vida y que está acostumbrada a las cosas más inverosímiles y etílicas.
Y no tenemos más preguntas, señoría. Ni más alegatos. Ni más nada. Pa’ qué...