Si en lugar de entregar el Tonto’lculo de la Semana entregáramos el Ladrón Tonto’lculo de la Semana no tendríamos problemas en encontrar candidatos. Por ejemplo, mirad lo que hizo este hombre en Nueva Orleans, que tuvo un plan genial para colarse por el techo de una tienda, pero que se dio cuenta cuando tocó suelo y sonó la alarma que, por el contrario, se le había olvidado planear otra genialidad para fugarse del lugar.

 

Pero, increíblemente, él no será el vencedor de esta semana. La ganadora es una trabajadora de la limpieza de Barcelona que robó un anillo valorado en 40.000 euros en la casa donde trabajaba y lo vendió en una tienda de compraventa de oro por... (redoble de tambor) 140. Sí señor. Perdón: sí señora.
Aunque una cosa no quita la otra. Nos referimos a que, bueno, sí, la señora cometió una tontoculez, y más teniendo en cuenta que ha acabado detenida, pero lo del tipo que le compró el anillo tiene delito, como así lo estimó también la policía, que lo detuvo por estafa junto a la señora. Porque, vamos, si nosotros además de organizar el Tonto’lculo de la Semana organizáramos el Usurero Cabrón Timador Hijo de Mil Padres de la Semana, tendríamos claro quién sería el ganador de estos últimos siete días. Y hasta del año. Cuánto hijoputa suelto, en serio.