Pocas veces ha estado tan claro y a la vez tan poco claro quién se llevaba el Tonto’lculo de la Semana. Tan claro porque, obviamente, el galardón tenía que ir, sí o sí, para la chapuza de república bananera—dicho con todo nuestro respeto hacia las repúblicas bananeras, por supuesto— de la entrega de los Oscar. Y tan poco claro porque, ¿a quién hay que entregarle el premio directamente? ¿A la empresa encargada del asunto?; ¿a los dos responsables de dicha empresa?; ¿a la Academia de Hollywood en pleno?; ¿a Warren Beatty por leer ‘Mejor actriz: Emma Stone’ y traducirlo, al más puro estilo Google Translate, por ‘Mejor película: La La Land’? Qué duda y qué sinvivir (la RAE dice que ‘sinvivir’ no existe, pero nos la pela, dicho finamente), en serio.
Al final nos hemos decidido por la Academia porque a todos los efectos es la máxima responsable de todo lo que pase en esos premios y esa gala. Lo de la responsabilidad subsidiaria y tal, ya sabéis.
Y poco más a añadir. La cagada es tan absolutamente monumental y planetaria que no necesita demasiada explicación. Y desde este jurado se lo agradecemos porque, aparte de lo de los Oscars, no habían muchos candidatos más al Tonto’lculo de hoy, la verdad. Que hubiéramos tenido que declarar el premio desierto, vamos. Bueno, eso o entregárselo a La La Land, claro.