El Tonto’lculo de hoy viene fresquísimo del día, pues el acontecimiento ha pasado hace apenas unas horas. Este jurado, como siempre, al pie del cañón informativo. Nadie nos lo va a agradecer un carajo ni, lo más importante, nos lo va a pagar, pero ahí estamos. Somos idiotas, ya lo sabemos.
Al rollo. Resulta que, eso, hace unas horas, estaban unos cuantos fieles evangélicos tan tranquilamente en su parroquia de Comayagüela, en Honduras, cuando de pronto un montón de agentes de la llamada FNA (Fuerza Nacional Antiextorsión) han entrado como un elefante drogado en una cacharrería buscando, se ve, narcotraficantes, ladrones y otra gente de mal vivir. Efectivamente: el término ‘antiextorsión’ en Honduras es muy amplio.
Lo que pasa es que, como habréis imaginado, allí no habían narcotraficantes ni nada que se le pareciera, sino simplemente un grupo de fieles del autodenominado Ministerio Apostólico Cristo Jesús que estaban allí con sus oraciones, sus himnos y sus cosas sin molestar a nadie.
Sí, el FNA ha tenido un pequeño fallo y se ha equivocado de dirección. Le puede suceder a cualquiera, pensaréis quizás. Lo que pasa es no se han equivocado de piso o de número, no. Ni siquiera se han equivocado de calle: se han equivocado de barrio. Aunque, eso sí, los agentes al menos acertaron con la localidad y el país, lo que no deja de ser encomiable teniendo en cuenta el nivelazo mostrado. Si estas son las fuerzas de élite, pánico da pensar en las normales, la verdad.
Y eso: que la tontoculez no conoce de géneros, nacionalidades, credos o ideologías, pero de gremios sí. De gremios sí conoce, indudablemente.