Ah, el eterno dilema... ¿Qué es el arte?; ¿qué es arte?; ¿qué no es arte? Al final llegas a la conclusión de que arte es —estatuas callejeras, edificios, grafitis y tal aparte— cualquier cosa que buenamente quieran meter en un museo, tal y como lo corrobora la historia de hoy.
El otro día, un par de cachondos fueron a un museo en EUA —sí, los cachondos también van a los museos, qué pasa— y no se les ocurrió otra cosa que hacer un pequeño experimento. ¿Qué fue ello? Ello fue dejar una gafas en el suelo. Tal cual.
¿Y qué pasó? ¿Que la gente que pasaba por ahí pensaba: “Mira, alguien ha perdido las gafas”? Para nada. Pasó que, claro, como el mundo está lleno de entendidos en la materia, sea cual sea la materia, la gente se paraba a admirar y a hacer fotos de las gafas como si fuera otra pieza de la exposición.
Y no solo eso, porque una de las características de los entendidos en cualquier materia es que sienten la necesidad de hacérselo saber a los demás, con lo que nos encontramos con la delirante escena de gente discutiendo sobre el significado y el simbolismo de unas putas gafas tiradas en el suelo que han dejado ahí un par de colgados. Maravilloso. En este jurado somos muy fans de los entendidos en la materia, en serio.
No podemos dar, evidentemente, nombres y apellidos de los que pasaron por allí e hicieron fotos y tuvieron acaloradas discusiones artísticas sobre unas gafas puestas en el piso, así que, ya pasa a veces, tendremos que dar esta vez un Tonto’lculo colectivo. A los que pasaron por delante de las gafas y se pararon, por supuesto, pero ampliable también a todos esos entendidos en la materia que corren por el mundo que babean en los museos ante cosas que si se las encontraran por la calle las llevarían a Objetos Perdidos o, directamente, las tirarían a un contenedor de basura. Es así.
Y eso. ¡Vivan los entendidos en la materia! ¡Vivan! Repetimos: muy fans.