Después del paréntesis por la votación del Tonto’lculo del Año, es obvio que habría candidatos varios a ser el primer Tonto’lculo del 2016. Y los había, ciertamente. Desde una violinista que se dejó olvidado su Stradivarius de dos millones de euros en el tren, hasta una presentadora de la BBC que se cargó “el dron más seguro del mundo”, pasando por una gilipollas —lo sentimos pero no tiene otro nombre— que se quejó en Facebook de que una señora le había arruinado su cena de Nochevieja por haber sufrido un infarto en el restaurante en el que se encontraba y de que los camareros atendieran antes a la señora —a la que llama “drogata con sobredosis”— que a ella. Consideramos que esta tipa se merece más el Gilipollas del Mes o el Mala Persona de la Década que el Tonto’lculo, y por eso se libra.
Por lo que el primer galardonado de este año es un señor de la localidad de Pensacola, Florida, EUA, que empotró su coche contra unos comercios allá en su ciudad de residencia. Un accidente lo puede tener cualquiera, pensaréis. Y sí, evidentemente un accidente lo puede tener cualquiera. Aquí la peculiaridad es que, cuando sacaron al hombre del coche y le preguntaron sobre lo que había pasado, en lugar de encontrarse con una respuesta normal del tipo “me han fallado los frenos”, “estaba hablando por el móvil” o incluso “me he despistado mirando a una señorita que cruzaba la calle”, se encontraron con que el tipo se descolgaba diciendo que estaba intentando viajar en el tiempo como en Regreso al futuro. Y parece ser que no le salió muy bien, pues el único viaje que ha hecho de momento es al hospital, y ya veremos si no viaja también a la cárcel, pues está acusado de conducción temeraria. Viva él.
Bueeeno... Ya verás tú cuando alguien intente imitar Aterriza como puedas, la que se va a liar.