Seremos breves: el señor ese que veis en la foto se llama Carl y es muy fan de Miley Cyrus. Tan fan, que en los últimos cinco años se ha llegado a hacer hasta 29 tatuajes dedicados a la ex Hanna Montana.
Hasta ahí bien, porque cada uno se tatúa lo que le da la gana, faltaría más. Lo que pasa es que el bueno de Carl ha decidido quitárselos todos. ¿Es porque ha descubierto que Cyrus no es la chica virginal que imaginaba hace unos años?; ¿es porque ya no le gusta la música que hace?; ¿es porque finalmente ha aceptado que la chica no es mujer de un solo hombre ni de una sola mujer y jamás va a ser suya? No: es porque, en una entrevista, la propia Miley Cyrus ha declarado, con todo el buen juicio del mundo, que los tatuajes de Carl le parecían horribles y entonces Carl ha decidido que, si a su amada Miley le parecían feos, lo suyo era eliminarlos.
En fin... Sí: se puede tirar el dinero más lastimosamente de lo que ha hecho Carl el último lustro (y lo que le queda, porque borrar tatuajes no es gratis). También: se puede ser más calzonazos y tener menos personalidad que Carl. Indudablemente: se pueden cometer tontoculeces mucho mayores que la de Carl. Pero lo que era realmente difícil que sucediera es que esas personas aparecieran precisamente esta semana y le arrebataran el Tonto’lculo de esta semana a Carl. Nos sabe fatal.
Por cierto: si la que lleva Carl tatuada en los hombros es Miley Cyrus, nosostros no somos el jurado del Tonto’lculo de la Semana sino el del Nobel de Literatura. Sin más.