Curiosamente, las tontoculeces han llegado esta semana en forma de texto, lo que es bastante inhabitual. Nuestra finalista, por ejemplo, ha sido la agencia de prensa Europa Press, que, ante la pérdida del título de duquesa de Palma de la hermana del rey de España, llamada Cristina, envió un teletipo que titulaba: “Cristina Pedroche pierde sus derechos dinásticos”. Para los que no seáis de la antigua Hispania, os explico que Cristina Pedroche es una presentadora de televisión y no —como se puede deducir porque la una se apellida Pedroche y el otro Borbón— la hermana del rey Felipe VI (nos moriremos y aún seguiremos encontrando extraño llamarle a este hombre ‘rey’ en lugar de ‘príncipe’). El cachondeíto en Twitter y tal ha sido pequeño, como podéis imaginar.
Pero el vencedor del Tonto’lculo de la Semana de hoy lo es precisamente por ser quien es y no porque su tontoculez sea demasiado peor que la que acabamos de exponer. Y es que cambiar una ‘e’ por una ‘i’ puede en principio no parecer muy grave, pero si le vas añadiendo detalles al final resulta que ese nimio error es merecedor de este prestigioso galardón.
Porque si ese error está en una placa y consiste en cambiarle el nombre a una obra de Cervantes, la cosa, como decíamos, se agrava. Es decir, que si pones en una placa ‘Los trabajos de Persiles y Segismunda’ cuando en realidad Cervantes la había bautizado como Sigismunda, pues queda feo. Pero más feo queda aún cuando la placa se halla en la recién inaugurada tumba de Cervantes, que debía estar revolviéndose en su ídem, y hace las veces de lápida.
Pero, como decíamos, aquí lo más grave de todo no es el error en la placa/lápida, sino que esa placa/lápida estaba hecha por... la RAE, que traduciendo significa Real Academia Española (de la lengua). Y, claro, no es lo mismo que a Sigismunda la llamemos Segismunda tú o nosotros, que lo haga la RAE y además en la placa/lápida de la tumba de Cervantes. ¿No tienen correctores o algo? ¿No había ningún académico a mano? En fin...
Podríamos hablar también de todos los medios de comunicación que transcribieron literalmente ese Segismunda, pero seríamos un poco injustos porque, coño, si no te fías de la RAE, de quién te vas a fiar, ¿no? Pues ni de la RAE puede ya fiarse uno. ¿Qué nos queda ya? ¿Es el fin de los tiempos?; ¿el acabose de los acaboses?; ¿el apocalipsis de los apocalipsis? Nosotros, de momento, nos vamos de fiesta. Por si acaso. Que si estas cosas te pillan sereno y consciente se llevan mucho peor.
