En este jurado somos casi todos de letras. Por hablar claro, a la mayoría de nosotros nos sacas del 2+2 y se nos forma un nudo en el cerebro que nos cuesta meses desenredar. Pero si, por lo que fuera, tuviéramos que explicar en televisión que dos más dos son cuatro, nos aseguraríamos muy mucho antes, a través de Pitágoras, de Einstein o de quien fuera, que cuando sumas dos más dos el resultado es, efectivamente, cuatro.
El caso de hoy no es de 2+2, pero se le aproxima bastante, porque incluso nosotros, que ya nos hemos reconocido lerdos en la materia, sabemos el resultado de esta complicadísima ecuación: 5+X=8. Casi nos atreveríamos a asegurar que vosotros también, ¿cierto? Pues observad:

 

Nos sorprende sobre todo la absoluta seguridad y sobradez que muestra nuestra amiga al realizar la operación que concluye que esa X es igual a 5. Es decir, que según ella, 5+5=8. Dicho con todo el aplomo del mundo, eso sí.
Lo sabemos: no es la madre de todas las tontoculeces y no se ha hundido el mundo ni nada por el estilo, pero cuando alguien sale por televisión a resolver 2+2 y la caga, pues se lo tiene que comer con patatas, es ley de vida.
Por cierto: magníficos los reflejos del cámara, del realizador o de quien fuera, porque, a la vista de la magnitud de la tragedia, no tarda ni dos segundos en enfocar la estancia para que la pobre chica no quedara más en evidencia. Felicidades. Eso pasa en España y el realizador se recrea durante dos minutos con el resultado de la operación, seguro. Nosotros lo hubiéramos hecho, con sinceridad. Para qué vamos a engañar a nadie a estas alturas...