Se habían cruzado apuestas entre los integrantes del jurado del Tonto’lculo sobre si en este 2015 aparecería primero un tonto’lculo ladrón o un tonto’lculo policía, porque ya sabéis que son los dos gremios que más galardones se llevan. Pues ya hemos resuelto la duda: el Tonto’lculo de la Semana de hoy es... —trtrtrtrtrtrtrtrtrtr... (qué... es un redoble de tambor, que se ha de explicar todo, hombre)— un caco.  ¡Chasss! (esto, aunque no lo parezca, son unos platillos).
Un caco de Rusia, concretamente, al que llamaremos Igor por ser extremadamente originales. Y un caco de mierda, por concretar más aún. Porque resulta que el tipo fue a la fiesta de un amigo y, cuando todo el mundo se había marchado y el dueño de la casa estaba frito en el sofá, agarró una tablet y se dispuso a irse. ¿Andando? Quiá...; andar es de cobardes. Llamó a un taxi, claro.
Pero, y aquí viene la tontoculez, nuestro protagonista se equivocó de tecla, se despistó o lo que sea, y en lugar de a la central de taxis llamó a la central de policía, dando la dirección donde se encontraba y esas cosas para que le pasaran a recoger. Y, no hemos acabado de entender cómo sucedió, pero el caso es que cuando una patrulla se presentó en el lugar descubrieron que la tablet era robada y lo detuvieron. Se ha de explicar que también las cámaras de seguridad lo habían grabado y que había dejado huellas dactilares por todos lados, es decir que lo habrían pillado igualmente, pero para una vez que aparecen en la sección unos policías y no es a causa de su tontoculez, no les vamos a negar el mérito.
Y eso: que Tonto’lculo para el caballero. Y porque no entregamos el Rastrero de la Semana, porque eso de robar en casa de un amigo está muy feo, ¿verdad? Que, por cierto, no sabemos si el amigo se enteró de algo o siguió en estado comatoso en el sofá. De lo que estamos prácticamente seguros es de que no volverá a montar una fiesta en su casa o, al menos, no se dormirá antes de que se haya ido el último de los invitados. Eso si despertó de su coma etílico, claro.