And the Tonto'lculo goes to...

 

Parque Jurásico

 

 

 

23/08/2014

El mundo tontoculero no deja de sorprender a este jurado. Hay semanas, como la pasada, en las que cuesta un mundo encontrar un tonto’lculo, y hay otras, como esta, en las que hay un overbooking que es difícil de explicar, como si los hubieran soltado a la calle a todos a la vez.
Han quedado finalistas por ejemplo un par de tipos que se pasaron con sus excusas. Tenemos por un lado a un repartidor de pizzas de Nueva York que, como llegaba tarde a una entrega, decidió ponerle una excusa a su jefe para que no se cabreara. Pero no le dijo que había pinchado una rueda de la moto o algo así, sino que había presenciado un asesinato. No solo un asesinato: la decapitación de una niña pequeña, ni más ni menos. Y para que colara, el chaval llamó a Emergencias para que constara. Claro, cuando la policía investigó el caso y fue tirando del hilo, descubrieron la verdad y ahora el pobre pizzero está pendiente de juicio por falso testimonio.
La otra excusa pasada de vueltas ha sido la de Tucker Blandford, un estadounidense que iba a casarse con una chica británica llamada Alex y al que, a veces pasa, le entró un ataque de pánico antes de la boda y decidió no casarse. ¿Fue y se lo dijo a Alex? Na’... Hizo que su padre la llamara para explicarle que Tucker se había suicidado lanzándose a las ruedas de un coche porque sufría una depresión. El hombre mentía bien, pero su señora, la madre de Tucker, se ve que no tanto, porque cuando la que iba a ser su nuera la llamó la pobre señora se derrumbó y confesó toda la verdad. Alex ha declarado no estar segura “de poder volver a amar a un hombre”. Esa es la famosa flema británica. Si la agraviada fuese española, hispana o de casi cualquier parte del mundo, se estaría cagando en todos los muertos de Tucker y andaría buscándolo por las calles con una navaja de palmo y medio de longitud para sacarle las tripas. ¿No o qué?
Teníamos también, en el lado uniformado, a un mosso d’Esquadra que ha sido condenado a dos años de cárcel porque se ve que se discutió con un tipo, le puso una denuncia falsa por hablar con el teléfono por la autopista y lo han pillado, o a unos controladores aéreos chinos que tuvieron a un avión un cuarto de hora dando vueltas por el aire porque... ¡se quedaron dormidos!
Cualquiera de los anteriormente citados merecerían llevarse el Tonto’lculo de la Semana, pero el honor es para una gente de la nunca suficientemente bien ponderada Summerville, en Carolina del Sur, EEUU, que parece que no acaban de entender bien la diferencia entre realidad y ficción, sin estar, aparentemente, dañados cerebralmente ni nada.
Resulta que en una redacción escolar el adolescente Alex Stone (Alex es un nombre muy socorrido, efectivamente) escribió una historia en primera persona en la que finalizaba acribillando a tiros al... dinosaurio de su vecino. A su dinosaurio, sí.
¿Y qué hizo su profesor al leer el escrito?; ¿ponerle un 10 por su fértil imaginación? Quiá... Llamar a la policía. ¿Y qué hizo entonces la policía?; ¿decirle al hombre que no les hiciera perder lastimosamente el tiempo, que hasta en Summerville, Carolina del Sur, tenían mejores cosas que hacer? Tampoco: se fueron como unos campeones al instituto a revisar la taquilla del chaval y esas cosas y después detuvieron a Alex. No: se ve que no tenían nada mejor que hacer.
Pensaréis quizás que semejante tontoculez ha merecido al menos una reprimenda hacia el profesor y los policías. Pues no de nuevo: lo que ha merecido es que Alex haya sido expulsado una semana del instituto. ¿Por? Ellos sabrán, nosotros no podemos meternos dentro de las cabezas de las personas, y menos dentro de las cabezas de las personas de Summerville, Carolina del Sur. Después se sorprenderán de que chicos así agarren un arma de verdad y se pongan a disparar a diestro y siniestro, y no precisamente contra dinosaurios. En fin...

LeandroAguirre©2014

TODOS LOS TONTO'LCULOS

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS