El Tonto’lculo de esta semana no es muy actual, lo reconocemos. Es más: es cualquier cosa menos actual, para qué vamos a negar la evidencia. Pero es que, aparte de que se ve que los tonto’lculos también hacen vacaciones y no hay demasiado donde elegir, la historia nos ha parecido graciosa y, como técnicamente se ha conocido esta semana, pues lo metemos ahí aunque sea con calzador.
Todos sabéis que en el siglo pasado aparecieron en Europa una gente muy maja y muy humana que se hacían llamar nazis. Pues bien: los nazis se inventaron una cosa llamada propaganda, cuya cabeza visible era un tal Goebbels, que consistía en eso, en bombardear con propaganda al pueblo alemán para que se creyeran su sarta de absurdeces. Y funcionaba, las cosas como son. Una estupidez repetida un millón de veces no se convierte en una verdad ni en algo cabal, pero se convierte en una estupidez que la gente se cree, ya se sabe.
La cuestión es que una de las herramientas usadas por el Reich era la revista Sonne in Haus, una revista familiar que, trabajando en la dirección del führer, realizó un concurso para elegir a la niña más guapa y más aria de Alemania. Y, efectivamente, ganó una niña súper guapa, súper rubia y súper... judía. ¡Ja ja ja! La cosa es que el fotógrafo que retrató a la niña se enteró de lo del concurso y, a sabiendas de que era judía, y para ridiculizar a los nazis, envió la foto. En fin... Que la niña judía ganó el concurso de niñas arias, fue portada de la revista y hasta se imprimieron postales para repartir por toda Alemania. Delicioso.
Pues eso: que como representante de todo el Aparato de Propaganda nazi, Goebbles se lleva, con bastantes décadas de retraso, eso sí, el Tonto’lculo de la Semana de hoy. Sabemos que decir ‘tonto’lculo’ y ‘nazi’, como decir ‘tarado’ y ‘nazi’ o 'hijoputa' y 'nazi', es una redundancia, pero no hace falta que nos pongamos meticulositos, ¿eh?