¿Alguien sabe si ha pasado algo extraño en Pakistán esta semana? Porque, que recordemos, es la primera vez que finalistas y vencedores son de la misma nacionalidad. Muy curioso.
Comencemos por el finalista, que es un pakistaní afincado en Europa, concretamente en Girona. Y ha sido finalista por intentar tangar a varias aseguradoras de la forma más original. ¿Qué hizo? Pues hacerse un seguro con seis compañías distintas para posteriormente seccionarse dos dedos e intentar cobrar los respectivos seguros. Hubiera sido un buen intento si hubiera cuidado un poco más los detalles, porque al tipo no sólo se le ocurrió que el mejor lugar para hacerlo era un parque público, sino que además se dejó allí olvidados la tabla de cortar, el cuchillo ensangrentado y, claro que sí, los dos dedos. ¿Y qué suelen tener todos los dedos aparte de uñas? Efectivamente: huellas dactilares. Por lo que, lo habéis adivinado, al hombre lo han pillado. Pobre.
Pero lo más asombroso del caso es que el tipo no se lleva el Tonto’lculo de la Semana porque unos compatriotas suyos, esta vez en su propio país, se lo han puesto casi imposible. Y es que, claro, una cosa es acusar a una familia entera de lanzar piedras sobre unos trabajadores de la compañía del gas que venían a cortarle el ídem a esa pobre gente, y otra cosa es que entre los acusados por intento de asesinato esté un bebé de meses que, como podéis ver en la foto, a duras penas puede levantar un Click de Famobil. Vale, sí, es un error que puede suceder, pero ese error se vuelve tontoculez cuando los policías detienen al bebé y le toman las huellas dactilares como a cualquier otro detenido y cuando, ya en el colmo de la tontoculez, el bebé es presentado ante el juez, y éste, en lugar de abroncar a la policía por hacerle perder el tiempo, le deja libre... ¡bajo fianza! Es decir, que van a juzgarlo. Aún van a intentar que declare, ya verás.
No, en serio: ¿ha sucedido algo en Pakistán? Es que, por mucha diferencia de culturas y eso que haya, no se entiende.