Mucho nivel entre los candidatos al Tonto’lculo de esta semana: cualquiera de ellos hubiera ganado el galardón en la mayoría de semanas, pero los astros funcionan cómo funcionan y han ido a coincidir todos en la misma. Va cómo va.
Teníamos por un lado a un hombre japonés que ha sido el primero en ponerse a hacer cola para comprar el iPhone 6, lo que no tendría más recorrido si no fuera porque Apple aún no ha comunicado cuándo va a estrenarlo, que se supone que no va a ser hasta el otoño. Los que nos provoca grandes dudas: ¿se va a estar el hombre ahí siete u ocho meses?; ¿dónde come?; ¿dónde va al lavabo?; ¿dónde se ducha? Porque aquello de “guárdame la tanda” cuando faltan meses para que haya alguien que te guarde la tanda no sirve. En fin... Apple agradecida por la publicidad, por supuesto.
También teníamos a Blondie Bennet, que es una señora que se ha operado todo lo que alguien puede operarse para parecerse a una Barbie. A la muñeca, efectivamente. Pero es que Blondie ha querido ir más allá y no sólo se quiere parecer a Barbie físicamente, sino también mentalmente. ¿Qué hace para ello? Pues someterse a sesiones de hipnosis para ser cada vez más tonta. Qué decir... El hipnotizador es un inconsciente, en serio. Porque, claro, hacer todavía más tonta a una tonto’lcula cuyo objetivo en la vida es convertirse en una muñeca hinchable es una auténtica inconsciencia.
Pero la votación la ha ganado, suponemos que por lo gracioso de la situación, Yang, un hombre chino que quería suicidarse. O sea: no, no es gracioso que quisiera suicidarse, sino el desarrollo de los acontecimientos. Porque lo curioso de la situación es el cómo quiso el bueno de Yang hacerlo, que fue lanzándose a la jaula de los tigres en un zoo. ¿Qué sucedió? Pues que uno de los tigres lo agarró del cuello y, suponemos que al comprobar que aquella cosa no sabía demasiado bien, lo dejó ir y los tigres lo ignoraron. Nos sabe mal porque creemos que si Yang ya tenía la autoestima lo suficientemente baja como para querer suicidarse, el hecho que hasta unos tigres se hayan abstenido de comérselo y le hayan ninguneado no le debe haber ayudado precisamente a recuperarla, pero igualmente le tenemos que dar el premio. Quién sabe... Igual le anima y se le quitan los instintos suicidas. O no, claro.