Nuestro Tonto’lculo de la Semana viene hoy desde Argentina. Más concretamente desde el barrio de Los Hornos, en la bonaerense La Plata. ¿Qué sucedió? Pues nada, que el otro día detuvieron a un tipo que había intentado, sin éxito, robar en un consultorio odontológico. Y el lector le puede recriminar a este jurado: “Eso no se merece este prestigioso galardón”. Y no, realmente no lo merece por eso, pero es que aún no hemos concluido con la historia.
Resulta que al hombre lo encerraron, pero el juez, una muy buena persona que tuvo en cuenta que el botín del caco había sido cero, decidió ponerlo en libertad con, suponemos, advertencias del tipo “Y, no lo hagás más, pibe”, o “Ponete a estudiar” o algo así. Pero parece que el mensaje del juez no caló muy hondo en el individuo, porque, y de ahí el premio para nuestro protagonista, sólo salir de comisaría intentó robar una moto. Y cuando decimos “sólo salir de comisaría” lo decimos literalmente, porque el campeón intentó su fechoría en la misma puerta del recinto policial. Y no sólo eso, porque la moto estaba allí requisada por la propia policía por otro caso, por lo que, claro, los policías sólo tuvieron que salir y andar unos pocos metros para apresar a aquel hombre segundos después de que lo hubieran liberado.
Tenemos el corazón partío. Por un lado dices: ole tus cojones, chaval; pero por el otro le agarrarías de la pechera y le dirías: espérate al menos a doblar la esquina para perpetrar tu próximo golpe y, sobre todo, no le robes a la policía, tonto’lculo. Si es que...