Sr. Beethoven...
(...)
Sr. Beethoven...
(...)
¡Sr. Beethoven!
¿Eh?; ¿qué? ¿Quién me susurra?
Soy un parajuntaletras que pregunta.
No escucho nada, quien sea.
¡Que soy un juntaletras!
Le oigo muy lejos, joven.
¡QUE SOY UN JUNTALETRAS QUE PREGUNTA!
Con dificultades, pero ahora le escucho.
¡¿CÓMO VA POR EL MÁS ALLÁ, MAESTRO?!
Bien, bien... Aquí estamos.
¡VEO QUE LA MUERTE NO LE HA CURADO LA SORDERA!
¿Que la suerte no ha curado a la cordera? No sé de qué me habla, joven.
¡LA SORDERA! ¡QUE SIGUE USTED SORDO COMO UNA TAPIA, DIGO!
Gordo su padre de usted, oiga. Si ha llamado para insultarme lo dejamos, ¿eh?
Jodeeer... ¡¿A QUÉ DEDICA SU TIEMPO AHÍ, SEÑOR BEETHOVEN?!
¿Mi tiempo?
¡SU TIEMPO, SÍ!
A asentir con la cabeza.
¡¿PERDÓN?!
La gente viene y me habla, yo no los escucho un carajo, y entonces me dedico a asentir con la cabeza a todo lo que me dicen. Tengo el cuello como el de un toro.
¡¿COMPONE USTED?!
Solo en mi cabeza. Llevo ya 239 sinfonías.
¡¿CUÁL ES LA QUE MÁS LE GUSTA?!
La primera.
¡SORPRENDE QUE PUEDA USTED COMPONER ESTANDO SORDO!
Y dale... Que no estoy gordo, que soy una persona de huesos anchos.
¡¿HA CONOCIDO USTED A BACH Y TODA ESA GENTE?!
Quizás.
¡QUIZÁ NO ME HA OÍDO BIEN...¡ ¡QUE SI HA CONOCIDO USTED A...!
Le he oído perfectamente, joven. La gente viene y se presenta, pero como no los oigo no sé quién son. Por eso digo que quizás.
¡NO SÉ...! ¡¿Y UNA PIZARRITA O ALGO?!
Aquí no hay ni pizarras, ni pianos, ni nada.
¡QUÉ PUTADA...!
Ya te digo.
¡LE TENGO QUE DEJAR YA, MAESTRO, PORQUE ESTO DE GRITAR PARANORMALMENTE AGOTA COSA MALA!
(...)
¡¿MAESTRO?!
Estoy asintiendo con la cabeza.
¡HASTA LUEGO, SEÑOR BEETHOVEN!
¡Oiga! Yo también estoy hasta los huevos de usted pero no se lo digo.
¡HASTA LUEGO, HE DICHO!
Ah, bueno. Vocalice, hombre, vocalice.
¡ES QUE GRITANDO ES DIFÍCIL!
Adiós, Untasetas.
¡JUNTALETRAS!
¿Seguro?
¡SEGURO!
Me suena mejor lo de Untasetas.
¡PUES ES JUNTALETRAS!
Vale, pues adiós.
¡ADIÓS, MAESTRO! ¡UN HONOR!
Un horror tu madre, idiota.
¡HONOR!
Ah... Venga, chao.
¡DIOS MÍO! ¡ESTA ES LA...! Ay, perdón. Esta es la paraentrebestia más dura que he tenido que hacer nunca, sin duda. Me voy a descansar.
