¡Hasta la victoria, siempre!

¿Ernesto Guevara?; ¿el Che?
Podés llamarme Che, che.

Soy un parajuntaletras paraentrebestiador parapolitoxicómano.
Ah... Yo estoy muerto, ¿viste?

Lo sé. ¿Puedo preguntar?
Y, claro, che.

¿Qué pasa para que un médico argentino acabe haciendo la revolución en Cuba?
La vida, que es muy extraña.

Pensaba que me hablaría de sus viajes, de justicia social, de igualdad y esas cosas.
Pues no. Acabé un poco desengañado, ¿sabés?

Ya. Cuénteme lo de Sierra Maestra.
Y, pues surgió así un poco en broma. Yo le decía a Fidel: “No hay huevos, boludo”; y él me decía: “No tienes lo que hay que tener, huevón”. Y así, al final, nos echamos al monte con unos pibes que conocíamos.

¿Tenían esperanzas en que prosperase?
Qué va... Ya te dije que empezó más por cabezonería que por otra cosa. Pero, viste, se empezó a unir gente, empezamos a ganar contiendas, y el resto ya lo sabés.

¿Por qué abandonó Cuba?
Había muchas revoluciones que hacer.

¿Ningún desacuerdo con Fidel?
Había mucho trabajo pendiente, dije.

OK. Ya que ha salido el tema: Fidel.
¿Qué Fidel? Conocí a muchos Fideles durante mi vida.

Hombreee, Che...
Si no especificás...

Fidel Castro, obviamente.
¿Qué Fidel?

Si no quiere no conteste y ya está, ¿eh?
Me refiero que a qué Fidel, el de la revolución o el de después de la revolución.

Ambos dos.
Pues el de la revolución era un tipo relativamente normal, y el de después sufrió una mutación.

Que le salió un tic poco revolucionario, dice.
No, que empezó a hablar durante horas y horas seguidas y no había revolución que pudiera hacerlo callar.

¿Antes no lo hacía?
No, antes era un tipo tirando a callado e introvertido. ¿Te lo podés creer?

Me cuesta imaginármelo, la verdad.
Pues es así.

¿Qué opina del porrón de años que estuvo en el poder?
Pasapalabra.

Esto no es un concurso.
Sigo pasandopalabra.

¿Y de que ahora esté su hermano?
En este caso utilizaré el comodín del público.

No tengo ni comodín ni público.
Pues pasopalabra otra vez.

En fin... ¿Quién le mató, Che?
Qué sé yo... No nos tomamos un té con pastitas antes de que sucediese, como comprenderás.

Se habla de la CIA.
Me da igual, como si fue el COI. Me mataron y ya está.

Para finalizar, siempre he querido saber qué piensa un revolucionario como usted del hecho de que su cara haya sido la más reproducida de la historia. En camisetas y así, me refiero. Que el capitalismo que combatía haya acabado haciendo un gran negocio con su imagen, vamos.
Pues una chanchada, que querés que te diga.

Por utilizar su imagen, claro.
Por no vivir para cobrar los royalties, boludo.

Eso no suena muy revolucionario, ya se lo digo.
Ya dije que estoy un poco desengañado.

Pues nada, ya le dejo. Hasta otra, Che.
Que vaya bien, che.

Me lo esperaba haciendo la revolución en el Más Allá, pero no parece. Quizás cuando llegue Fidel...