PARAENTREBESTIA CON...

 

Francisco Franco

 

 

 

06/03/2015

¡Arriba España!

Coño, qué susto... Franco, supongo.
Excelencia para usted.

Sí, los cojones. Veo que sigue teniendo usted la misma voz aflautada.
¿Se piensa usted que en el Más Allá se nos pone a todos voz de Pavarotti o algo?

Era por romper el hielo. Soy un parajuntaletras que paraentrebestia, ¿puedo parapreguntar?
¿Sobre?

Sobre usted, mayormente.
¿Es usted un rojo judeomasón?

¿Así, todo junto? Sería un poco raro, ¿no?
En España antes la mitad de la gente era roja y judeomasónica.

Insisto: ¿todo junto?
Todo junto. Y además tenían cuernos y rabo y desayunaban niños crudos cada mañana.

Ya... Explíqueme cómo fue la rebelión.
¿Qué rebelión?

La suya de usted.
Lo mío no fue una rebelión, fue un alzamiento.

Había un gobierno elegido.
Un gobierno de rojos judeomasones que desayunaban niños, dígalo todo.

Una rebelión en todo caso.
Yo prefiero llamarle una cruzada.

Las cruzadas tampoco tienen por qué ser legítimas.
¡Es usted un rojo judeomasón!

Que nooo... En cualquier caso, vaya burrada de guerra, oiga.
Que no se hubieran resistido.

¿Qué esperaba, que se dejaran llevar todos al matadero tranquilamente?
Es lo que hubieran hecho si hubiesen sido buenos españoles, pero como no lo eran porque eran unos rojos judeoma...

Que sí, que sí... La cuestión es que no dejó usted títere con cabeza.
Son cosas de la guerra.

De la guerra y de después de la guerra, si no estoy mal informado.
Na’... Cuatro elementos subversivos rojos judeomasones que perturbaban la convivencia, pero se exagera. En realidad fuimos muy magnánimos.

¿Fuimos? ¿Usted y...?
Yo y mi señora, claro.

Pero oiga, no se cargaron a más gente porque emigraron por piernas.
Pero no los matamos, ¿verdad?

Porque no pudieron.
Pero no los matamos.

Déjelo, o entraremos en bucle. Y después 40 años.
Sí. Breves, pero intensos.

¡¿Breves?!
Me quedaron muchas cosas por hacer.

Miedo me da la respuesta pero es mi obligación: ¿qué cosas?
Pues, por ejemplo, uno de mis sueños era construir  la autopista El Vaticano-Lourdes-El Pardo-Valle de los Caídos-Fátima-Santiago de Compostela.

Jodeeer... Bueno, yo en realidad le he llamado básicamente porque hay dos momentos de su vida que me entusiasman.
Es normal: tengo un magnetismo animal muy fuerte.

Debe ser eso, sí. El primero es este:

 

¿Y?
Qué...

Que tiene usted peor inglés que Ana Botella y que yo, que ya es decir.
Pero... ¡cómo se atreve!

A ver, diga: “He is drinking a relaxing café con leche in the Plaza Mayor”.
Jisdrinc ingarre laching café con leche inda Plaza Mayor”.

Café con leche y Plaza Mayor lo ha dicho muy bien.
¿Lo ve?

Siguiente momentazo:

 

Qué guapa era mi niña, ¿verdad?

Uuuy, sí, mucho; y muy natural también.
¿Verdad? Le salió el discurso así de espontáneo.

Pero qué dice, si se le ve a usted por detrás haciendo play-back.
¡Calumnias!

Pero oiga, que se le ve.
¡Rojo!

Lo que usted diga. A todo esto... ¿se sabe si los niños alemanes respondieron?
Recibimos miles de cartas.

¿Amenazándoles a usted y a su hija de muerte o algo?; ¿descojonándose?
No sé, estaban en alemán, que no lo domino tanto como el inglés.

Ya. Pues le dejo.
¿Y ya está? ¿No me piensa preguntar sobre mis grandes logros en mis escasos cuarenta años de gobierno?

Pues no, la verdad.
¡Lo sabía! ¡Es usted un rojo judeomasón!

Qué pesao, en serio. Venga, adiós.
¡Rojo! ¡Masón! ¡Comu...!

Cuelgo, ¿eh?

En fin... Para la posteridad esos vídeos.

LeandroAguirre©2015

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