PARAENTREBESTIA CON...

 

Juana de Arco

 

 

 

20/02/2015

Pour Dieu et le roi!

Buenos días... Soy un parajuntaletras.
Ah... Yo me llamo Juana.

Eso espero, porque a ti te llamaba.
¿Que deseáis?

Preguntar.
¿Sobre?

Sobre tu vida y tal.
Mi vida fue muy normal.

Hombre, normal no sería la palabra que yo utilizaría.
No sé qué le veis de extraña a mi vida.

Para empezar no todo el mundo habla con Dios y con los santos.
¿No? Yo creía que sí.

Pues no.
No sé... Tampoco lo veo tan raro. Además, me decían cosas también muy normales: que si libera Orleans, que si lidera al Ejército francés, que si haz el Cubo de Rubik en 30 segundos con los ojos vendados...

¿Ya existía el Cubo de Rubik entonces?
Según me dijo el arcángel Gabriel, el Cubo de Rubik está en el mundo desde el amanecer de los tiempos.

Vaya... En todo caso, ¿consideras normal liderar ejércitos siendo una niña?
¿No lo es?

No mucho.
¿Y qué hacen las niñas?

Pues no lo sé seguro porque no he sido nunca una, pero estoy convencido que no liderar ejércitos.
Qué niñas más raras...

Otra cosa: ¿es cierta la leyenda que dice que descubriste al delfín Carlos de entre un montón de gente?
Bueno, sí, es cierta, pero tenía truco, la verdad.

Tú dirás.
Ya lo conocía. Nos habíamos visto unos días antes y lo habíamos preparado.

Qué tongo...
Un tongo, sí, no tiene otro nombre. Pero teníamos que convencer a la Corte de que realmente era una enviada de Dios.

Pero, ¿no lo eras?
Sí, pero Dios le habla a uno cuando a Él le da la gana, no cuando a uno le vaya bien, como es comprensible porque para algo es Dios.

Ya... El flechazo y la recuperación milagrosa.
Eeehmmmm... Otro tongo.

Pero hombre, Juana...
Fue para levantar la moral de las tropas.

Total, que Dios te mandó a liderar Francia, y luego nunca más se supo.
Mayormente.

El juicio.
¿Qué juicio?

El tuyo; en el que te condenaron a morir en la hoguera.
Ah, ese. A todo le llamáis juicio.

Que no fue muy justo, dices.
¿Justo? Pero si me acabaron condenando por llevar ropa de hombre, hombre.

Por delicadeza no te preguntaré sobre lo de la hoguera.
Preguntad, Juntaletras, preguntad. Si ya total...

Qué mal rato, ¿no?
Mal rato es encerrarse en una tienda con veinte soldados medievales que hace semanas que no se lavan. Eso es un mal rato. Lo de la hoguera, bueno, digamos que fue una experiencia.

Una última cosa... Has saludado con un “¡Por Dios y por el rey!”.
Sí; ¿y?

Que por Dios bueno, pero por el rey, que te dejó tirada como a una colilla...
Yo no he especificado de qué rey hablaba. Me refería a Felipe VI de España.

¿El de ahora?
Sí. Es taaan guapo... Ya tengo ganas de que se muera.

Asunto aclarado pues. Gracias y hasta otra, Juana.
¿De verdad los demás no habláis con Dios?

No.
Qué raro...

Adiós.
Adiós, Juntaletras.

“Mi vida fue muy normal”, dice.

LeandroAguirre©2015

TODAS LAS PARAENTREBESTIAS

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS