PARAENTREBESTIA CON...

 

Isabel I de Castilla

 

 

 

06/02/2015

¿Quién osa interrumpir mi descanso?

¿Doña Isabel?
Servidora.

¿Isabel de Castilla?
¿Conocéis a muchas Isabeles más?

Pues unas cuantas, sí.
Son todas un plagio. La única Isabel soy yo.

¿Puedo preguntar?
Ya me habéis despertado, así que qué más da.

Lo primero: ¿cómo está su esposo Fernando?
Pues muerto, o qué esperabais.

Me refería a si lo lleva bien en el Más Allá.
Pues lo llevaba mejor en el Más Acá, como todos.

¿Y usted?
Podéis llamarme ‘Majestad’.

Sí, ya lo sé que puedo, pero no quiero. Insisto: ¿a usted cómo le va?
Me paso el día dándole órdenes a todo el que se me cruza, así que no noto mucha diferencia, la verdad.

¿Y le obedecen?
Nunca. Esa es la única diferencia que noto.

Quería hablar de un par de nombres propios, si no le importa.
Decid.

Colón.
Colón, sí. Qué.

No sé, que me explique un poco cómo era y cómo la convenció para que le pagara el viaje a las Indias y esas cosas.
Pues era un fornido hombre y me convenció con sexo.

¿Perdón?
No me seáis mojigato. Mi Fernando se negó a hacerlo desde que decidí dejar de asearme y Colón se ofreció gustoso.

¿Seguro que fue gustosamente?
Para mí al menos.

Ahora que ha dicho lo de no asearse... Qué guarrada, ¿no?
Fue una promesa que le hice al apóstol Santiago.

Ya, ya... Pero, qué guarrada, ¿no?
Por Dios y por la patria, lo que sea.

Ya, pero técnicamente no lavarse no solucionaba nada.
Gané, ¿no?

Sí, ganó. Pero, y aquí viene otro de mis nombres propios, porque tuvo un enemigo de mierda como Boabdil.
Qué malo era, pobre.

¿Malo de diabólico o malo de inútil?
¿Vos qué creéis?

Malo de absolutamente inepto.
Entonces no sé para qué preguntáis.

Supongo que se asearía usted nada más llegar a Granada.
Bueno, me esperé unos días porque me daba lastimica separarme de mi roña. Qué queréis, se le coge cariño.

Madre mía... Otro nombre: Juana.
¿Mi hija?

Sí, claro. Hablé con ella hace unos meses y no me pareció una persona especialmente descentrada.
Sabéis lo que hizo cuando se murió su marido, ¿no?

Sí. Y usted no se lavó durante no sé cuánto tiempo.
No es lo mismo.

¿Por?
Porque no es lo mismo.

Gran argumento.
Gracias.

No era un cumplido. En todo caso, y aún asumiendo que Juana estuviera mal de la cabeza, su marido y su hijo de usted fueron unos cabrones con ella, perdone que se lo diga.
No veo por qué.

Coño, eso de encerrarla y maltratarla es casi más guarrada que lo suyo de no lavarse.
Estaba enferma.

Razón de más para cuidarla y para no putearla.
Vos lo veis así, Nos lo vemos diferente.

Es evidente. Pues nada, doña Isabel, que se está acabando la cobertura paranormal.
Podéis hacerme una reverencia y besarme la mano.

Insisto: ya sé que puedo. Bueno, lo de besarle la mano no porque, aparte de que está usted ahí lejos en el Más Allá, está usted muerta.
Sois un insolente...

Para eso me pagan. Adiós, doña Isabel.
Majestad.

Que sí, que sí... Hasta luego.
Ya nos encontraremos cuando muráis, ya...

Hasta entonces pues.
Tch... Los súbditos ya no son lo que eran...

Que diga lo que quiera, pero a mí me sigue pareciendo una guarrada. Lo de no lavarse y lo de la pobre Juana, las dos cosas.

LeandroAguirre©2015

TODAS LAS PARAENTREBESTIAS

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS