Li looo li, laaa li lo...

¿Señor Mozart?
¿Sí?

Soy un juntaletras.
Qué curioso, yo soy un juntanotas.

No, hombre; usted es un gran compositor.
Usted me abruma, quien sea.

¿Qué hacía cuando le he llamado en pleno trance?
Na’... Componía unas óperas, por no aburrirme, más que nada.

¿Podría tararearme algún cacho? Me haría ilusión poder decir que soy el primero en escuchar algo de Mozart.
Y a mí me haría ilusión estar vivo y comerme un plato de gambas, y me jodo.

Me dijo Einstein el otro día que se conocen.
Sí. Muy majete. Y muy listo.

De los que más.
¿Majete?

Listo.
Mucho. Me habla y no le entiendo la mitad de lo que dice, pero como es tan majete...

¿Qué hace aparte de componer óperas con todo el tiempo libre que tiene?
Pues, entre ópera y ópera, escribo sinfonías. Y, cuando estoy un poco deprimido, réquiems.

Solo música, veo.
¿Hay algo más?

No mucho, pero algo más hay, sí.
Porque usted lo diga.

¿Cómo fue su vida como niño prodigio?
Un asco.

¿Y eso?
Porque mi padre vio enseguida el negocio y tenía que trabajar un montón. Que si ahora estudia, que si ahora practica, que si ahora compón un par de óperas antes de desayunar, que si ahora tienes un concierto de tres horas en la corte...

Que no tuvo infancia, vamos.
Infancia sí tuve, pero fue una infancia de mierda.

Algo bueno tendría...
Hombre, que hambre no pasábamos, las cosas como son. Aunque solo faltaría, con la de pasta que ganaba mi padre conmigo.

¿Ha visto la película de Milos Forman?
Mire, no me hable que me enciendo.

Interpreto que no la considera muy fiel.
¿Fiel? Me deja como un borracho putero que no da un palo al agua.

Hombre, lo pinta ahí trabajando en la mesa de billar, y componiendo sobre mujeres desnudas y tal.
Ya, cuando se supone que me he vuelto loco. Además, Salieri y yo éramos muy amigos.

Porque... ¿lo del alcohol y las mujeres?
Mentiría si dijese que no me gustaban, pero no me pasaba todo el día de parranda por ahí. Las óperas no se escriben solas, ¿sabe?

Imagino.
¿Sus letras se juntan solas?

Hay gente que lo preferiría.
Pues mis notas tampoco.

Ya.
¿A usted le gusta la ópera?

Pues soy más de gente haciendo ruido con guitarras y baterías, para qué le voy a engañar.
Ah... Como los peludos.

¿Peludos?
Jimi, Janis, John, Jim... Cuánta jota, ¿no?

Se ve que hay dos cosas indispensables para ser un mito: morir joven y que tu nombre comience por jota.
Ya ve la tontería.

Le dejo ya, maestro.
Y yo que se lo agradezco, porque se me acaba de ocurrir una aria impresionante.

¿Me la tararea?
Que nooo...

Tenía que intentarlo.
Venga, adiós, Juntaletras.

Hasta otra.

Ese Milos Forman, cómo nos engañó a todos. Ni una risa, ha soltado.