Wie brot mit schokolade!
¿Hitler? ¿Adolf Hitler?
Ja!
No hablo alemán.
¡Habla usted español!
Sí. ¿Me va a gasear o algo por ello?
¡No, porque desde aquí no puedo!
¿Por qué grita?
¡No grito, es mi tono de voz normal!
O sea, que en realidad no daba usted discursos apasionados.
¡No, en realidad los susurraba!
¿A Eva Braun le susurraba igual en la intimidad?
¡Igual, pero a ella no le importaba!
Porque le quería, claro.
¡No, porque estaba sorda como una tapia, pobre!
Me presento: soy un juntaletras/médium que pregunta.
¡¿Es usted judío?!
No, que yo sepa.
¡¿Gitano?; ¿comunista?; ¿no alemán?!
No alemán sí.
¡Pues no contesto!
Hombreee, que llamo desde muy lejos.
¡¿Usted es español?!
Eso dice mi pasaporte.
¡Bueno, le contestaré por Franco y porque me pilla de buenas!
Si me va a contestar por Franco prefiero que no me conteste, sinceramente.
¡¿Algún problema con Franco?!
Ahora que está muerto no.
¡Ah...!
¿Eran muy amiguitos?
¡¿Quién?!
Usted y Franco.
¡Por obligación! ¡Me ponía nervioso: era muy poquita cosa y tenía voz de soprano!
Suerte que era poquita cosa; llega a ser muchita cosa y aún estaría aquí, el jodío.
¡Mussolini: eso era un hombre!
Un hombre que acabó colgado en la plaza mayor.
¡Los italianos son mala gente!
Mala gente Mussolini, ¿no?
¡Tú no insultas a mis amigos! ¡Mussolini fue una gran persona!
Sí, un encanto. Cambiemos de tema: ¿qué le hicieron a usted los judíos?
Juden! ¡Un par de añitos más y no hubiera dejado ni uno!
Repito: ¿por qué?
¡Porque son judíos!
Una argumentación un poco pobre, la verdad.
¡¿Esperaba usted argumentos, iluso?!
Touché. Lo de Polonia.
¡Qué!
Polonia.
¡Ya le he oído! ¡No sé qué quiere que le explique!
No sé... Pues cómo fue todo...
¡Me levanté un día, me sirvieron el café con leche demasiado frío, me cabreé e invadí Polonia!
Podría haber despedido a su sirviente como hace todo el mundo.
¡Invadí Polonia para poder enviar al sirviente a primera línea de fuego!
Qué mala leche, ¿no?
¡Si quiere paz, pajaritos cantando y florecillas silvestres, llame a Gandhi!
¿Lo conoce?
Ja! ¡Quería gasearlo pero no me dejaron los jipis de por aquí!
¿Los jipis?
¡Sí: Lennon, Hendrix, Janis y todos esos! ¡Si los hubiera pillado en mi época me hubieran durado tres segundos!
La URSS.
¡Usted ha llamado para joderme!
No: simplemente me interesa cómo fue tan pipiolo como para cometer el mismo error que Napoleón.
¡Porque Napoleón es un nenaza y, además, no tenía tanques!
Pues a usted le dieron pa’l pelo igualmente.
¡Matabas un ruso y te salían diez! ¡Era un ejército de zombis, aunque lo hayan ocultado!
Lo último: su relación con Eva Braun.
¡A usted se lo voy a contar!
Era rara, ¿no?
¡¿Eva?!
La relación.
¡Usted sí que es raro!
No se lo voy a discutir. Venga, adiós.
¡Se dice: ‘Venga, adiós, mein führer’.
Los cojones.
¡A la cámara de gas!
Que sí, que sí... Haaala...
Jude!
Cómo grita este señor; qué agobio.
