PARAENTREBESTIA CON...

 

Groucho Marx

 

 

 

05/09/2014

¿El Sr. Marx, don Groucho?
Disculpe si le llamo caballero, pero es que no le conozco muy bien.

Ya veo que sí es usted. ¿Tiene unos momentos? Soy un juntaletras/médium que pregunta.
Todavía no sé qué me vas a preguntar, pero me opongo.

Vale; me lo tomaré como un sí. ¿Contento por el más allá?
Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna...

Que no le va mal, dice.
No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.

Me lo tomaré como un... Da igual. Elvis y otros dicen que se ahí se aburren un montón.
Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota, pero no se deje engañar: es realmente un idiota.

No le gusta Elvis, veo.
Bebo para hacer interesantes a las demás personas.

Ya... ¿Se lo pasaban ustedes bien rodando las películas? Tiene toda la pinta.
Partiendo de la nada alcanzamos las más altas cotas de miseria.

Fueron ustedes un éxito, sí.
No estoy seguro de cómo me convertí en comediante o actor cómico. Tal vez no lo sea. En cualquier caso me he ganado la vida muy bien durante una serie de años haciéndome pasar por uno de ellos.

Eso es sinceridad.
Todo el mundo debe creer en algo, y yo creo que voy a seguir bebiendo, discúlpenme.

Creía que allí no se puede beber ni tener sexo ni nada.
Recuerdo perfectamente la primera vez que disfruté del sexo. Todavía conservo el recibo.

¿Lo echa de menos?
¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

No sé, yo solo soy un juntaletras, ¿entiende?
Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!

Por aquí no hay ninguno.
¿A quién va usted a creer?; ¿a mí o a sus propios ojos?

Hablando de sexo, controvertidas sus relaciones con las mujeres, Mr. Marx.
Las mujeres son muy útiles, sobre todo por la noche y, con frecuencia, durante el día. 

¿Se casó usted?
El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.

Insisto: ¿se casó?
Conozco a centenares de maridos que serían felices de volver al hogar si no hubiese una esposa esperándoles. Quiten a las esposas del matrimonio y no habrá ningún divorcio. 

En fin... Como ahora no me apetece consultar la Wikipedia, esto me lo tomaré como un no.
¡Oh! Nunca podré olvidar el día que me casé con aquella mujer... Me tiraron píldoras vitamínicas en vez de arroz. 

Entonces, ¿es un sí?
Sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde sí, entonces sabes que está corrupto.

Jodeeer... ¿Podría decirme algo que no sea una frase célebre suya?
Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente. 

Que no, vamos.
Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros.

Yo así no puedo, en serio. Ya nos vemos otro día, Sr. Marx.
La próxima vez que lo vea, recuérdeme no saludarlo.

No sufra, lo haré. 
Jamás olvido una cara, pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.

Venga, adiós.

Me voy a beber un güiski, con vuestro permiso. Qué duro...

LeandroAguirre©2014

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