UNA DE ROMANOS

PROTAGONISTA: Julio César.

ÉPOCA: La de los romanos, claro.

MOMENTAZO: Muchas dudas existen sobre a quién se refería Julio César cuando pronunció sus últimas palabras mientras estaba siendo ensartado como una aceituna rellena de anchoa en el Senado, las famosas “¿Tú también, Bruto?”. Unos dicen que era a su hijo, otros que era a su amante y otros sostienen las más variopintas teorías. Yo no voy ahí.
A mí me sorprende la frase en sí. Es decir, a la pregunta de “¿Tú también, Bruto?”, es para responderle: “Pero... ¿que no me ves que estoy aquí metiéndote un puñal hasta el corvejón? Es evidente que yo también, ¿no?”. O algo así.
César fue tan grande que, incluso utilizando sus últimas palabras para preguntar una obviedad, consiguió que estas pasaran a la posteridad, pero que, vamos, técnicamente fue mucho más grande lo de, por ejemplo, Rodolfo Valentino, que se fue preguntándole al doctor que le atendía lo siguiente: “De verdad: ¿tengo pinta de marica?”. Puestos a morir preguntando, que sea por una duda que tienes realmente, no por, repito, una obviedad.

LeandroAguirre©2016

TODOS LOS MOMENTAZOS

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS