PROTAGONISTAS: Rodrigo de Triana y Cristóbal Colón.
ÉPOCA: Una en la que en América vivían tranquilos y no sabían lo que se les venía encima.
MOMENTAZO: Hasta hace un cuarto de hora no sabía la historia que ahora os voy a explicar, así que hasta hace un cuarto de hora nunca hubiera dicho lo siguiente: Cristóbal Colón era un tipo miserable y rastrero. Me explico:
Para la posteridad pasará que Rodrigo de Triana, marinero de la Pinta, fue el primer no americano que divisó tierras americanas y el que gritó su archifamoso “¡Tierra a la vista!”, momentazo donde los haya. Obviaremos que los nativos ya estaban allí y ya habían descubierto América hacía miles de años y que probablemente los vikingos y los chinos llegaron antes que Colón y lo daremos por bueno. Pero lo que menos gente sabe —por ejemplo yo hace quince minutos— es que los Reyes Católicos habían ofrecido como recompensa 10.000 maravedís (unos 150.000€) para el primero que avistara tierra, en principio de las Indias.
Qué suerte, pensaréis, tuvo Rodrigo de Triana, ¿no? Pues no. Porque el campeón de Colón se descolgó después con que, unas horas antes, él ya había visto desde su camarote unas luces en el horizonte (se ve que en aquella época en las Bahamas había una especie de Nueva York) y, por lo tanto, el primero que había visto tierra y el que se iba a llevar la pasta era él. Contaba con el supuesto testimonio de un par de tripulantes a los que había avisado en aquel momento, pero, en fin, no creo yo que al almirante de un barco, y más si habían unos cuantos maravedís a repartir de por medio, le costara demasiado que un par de marineros respaldaran su versión.
Que, aunque la historia fuese real, y teniendo en cuenta que a Colón le dieron tierras, títulos y dinero para retirar a sus tataranietos, al almirante no le hubiera costado nada dejar que el pobre Rodrigo se quedara con el dinero, o incluso repartirlo con el resto de los ocupantes de las carabelas, como hacen los ciclistas buenos con los gregarios de su equipo cuando ganan premios. Pues no: se lo quedó todo para él, el tipo avaricioso.
Afortunadamente, histórica, literaria y cinematográficamente, la imagen de Rodrigo subido a un mástil gritando “¡Tierra a la vista!” le da un millón de vueltas a la imagen de un señor diciendo “Yo ya había visto lucecitas antes, palabrita del niño Jesús”, por lo que ha quedado para la historia es lo del estafado Rodrigo de Triana.
Qué tipo miserable el tal Colón, insisto.
