140

Es curioso lo de los perfiles de Twitter y ese espacio de 140 caracteres que nos da la casa para que podamos hacer nuestra presentación al mundo. Y digo que es curioso porque, como no podía ser de otra forma, cada uno interpreta esa presentación a su manera.
Los hay que interpretan, por ejemplo, que ese espacio es para insertar su currículum y nos ofrecen todas sus titulaciones, su experiencia laboral y el número de idiomas que hablan, lo que en 140 caracteres no deja de tener su mérito. A no ser, por supuesto, que tengas un currículum lamentable como el mío, que con doce o trece caracteres lo tengo más que solucionado.
Otros sin embargo parece que lo utilicen como si Twitter fuera una web de citas o algo así y, bueno, básicamente se venden. En plan: “Mido 1’80, soy moreno y con los ojos verdes, soy sensible, me gustan la lectura y el cine y hago pilates”. Y yo que me congratulo, claro.
Los hay también que dedican ese espacio a hacer apostolado de su religión o club de fútbol, dejando claro siempre por delante de cualquier otra consideración, si es que hay otra consideración, a qué equipo adoran y por qué dios hinchan. Ay, no, al revés. O no.
Después están los que te dan un discurso politicorreivindicativo, lo que no es fácil teniendo en cuenta el espacio disponible. Por ejemplo: “Muerte a los Borbones y muerte a los políticos. Anarquía”. Tienen que ser frases así, concisas y concretas. Para Fidel Castro sería un imposible, efectivamente.
Son muy habituales también las presentaciones con frases célebres. “Si lloras porque no puedes ver el sol las lágrimas no te dejarán ver las estrellas” y cosas así, aunque no todo tiene que ser Tagore, Borges o Machado, porque también te puedes encontrar citas de SA o Sid Vicious como “A tomar por culo todo el mundo, escoria de mierda” y similares.
Muy populares también son las presentaciones graciosas. Puntualicemos: graciosas para quien las escribe, que no tiene por qué coincidir necesariamente con el concepto de gracioso que pueda tener el que las lea, lo que siempre es un arma de doble filo.
Y he dejado para el final el grupo más numeroso: las fans de Justin Bieber y las de One Direction, que dedican los 140 caracteres que Twitter les da para... para... Bueno, no sé para qué porque todo está escrito con letras raras que no se entienden, pero seguro que es extremadamente interesante y endiabladamente inteligente. Pero seguro, vamos.
Y ya está: aquí concluye mi sesudo y elaborado análisis. Deberían pagarme como servicio público, ya lo sé, pero la vida es así de injusta.

LeandroAguirre©2014

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