NEWTON

De todas las frases hechas absurdas que tiene el idioma castellano —como tienen, por otra parte, todos los idiomas— hay una que me molesta especialmente. Ya, no debería molestarme por estas tonterías, pero es que si no me molesto por algo no soy yo mismo. Me refiero concretamente a la archifamosa: “Es la excepción que confirma la regla”. No entiendo qué coño significa eso, en serio.
A ver... Si algo caracteriza a una regla es que no tiene excepciones, porque de otra forma deja de ser una regla, no sé si me explico. Las excepciones no confirman las reglas, hombre, las desmienten. 2+2 da siempre 4, no da 3’9 o 4’1 según cómo sople el viento o algo así. La Ley de la Gravedad se cumple siempre, no sólo a ratos. El sol sale cada día sin saltarse uno; y, si algún día no lo hiciera, eso no sería la confirmación de que el sol sale cada día, sino la confirmación de que tendríamos que comenzar a acojonarnos. Eso son reglas.
Las “reglas” con excepciones son, generalmente, tonterías que tenemos en la cabeza, básicamente. Ya sabéis: que si los hombres son tal y las mujeres son cual, que si los de ese país son así y los de ese otro asá, que si los de tal raza son lo peor y los de tal otra lo peor de lo peor, que si patatín y que si patatán, no hace falta seguir.
Pero es muy difícil luchar contra eso porque cuando aportas pruebas empíricas de que todo eso son gilipolleces, te sueltan eso tan bonito de que es la excepción que confirma la regla, un sinsentido que la gente ve como una regla porque es muy cómodo utilizarlo cuando te demuestran que no tienes razón. Esto sí es una regla: todos los que se quedan sin argumentos acaban utilizando alguna vez  la expresión “la excepción que confirma la regla”. Sin excepción, que por eso es una regla.
No sé... No me imagino a Sir Isaac Newton viendo una manzana flotando en el aire y diciendo: “Tranquilo todo el mundo, gente: es la excepción que confirma la regla”. Pero por eso Newton era Newton y otros no son Newton. Está claro, ¿no?

LeandroAguirre©2014