GUERRA DEL VIETNAM

ACONTECIMIENTO: Guerra del Vietnam.

ÉPOCA: Una en la que vivía todo el mundo acojonado por si a algún tarado con botón le daba por apretarlo.

CRONOLOGÍA: Para los historiadores serios es la II Guerra de Indochina, pero para los infrahistoriadores, Hollywood y la gente normal es la Guerra del Vietnam, y así la llamaremos. La Guerra del Vietnam es una guerra muy curiosa: a día de hoy se desconoce por qué comenzó y cómo acabó, y muchos de los que combatieron en ella aún no saben por qué carajo ni contra quién combatían.
La cuestión es que fue la primera vez que le dieron la del pulpo a los yanquis. Y no fueron ni Kruchev, ni Napoleón, ni siquiera Hugo Chávez: fueron un puñado de locos bajitos con los ojos rasgados que salían, literalmente, de debajo de las piedras y de dentro de los matorrales a los que los americanos llamaban 'charlies'. Los vietnamitas, que llevaron lo de la guerra de guerrillas hasta su última y máxima expresión, se dedicaron a demoler psicológicamente a su enemigo (bueno, también les disparaban y eso, ¿eh?) hasta que acabaron con él. Lo de David contra Goliat, una coña al lado de esto.
Otra característica principal de este conflicto bélico es que se han de tener estudios, muchos, para entender quién luchaba con quién y contra quién. Nordvietnamitas, sudvietnamitas, el Vietcong, Camboya, Laos… Y en medio de todos ellos, los americanos, que, básicamente, se dedicaban a disparar contra todo aquello que tuviera pinta de chino y se moviera. El lema era: "Mejor un chino bueno muerto que uno malo vivo". Pero ni así. Los charlies eran muchos, muy tozudos, muy pesaos y, sobre todo, sí sabían contra quién y para qué luchaban. Y esto de la motivación, tanto en el deporte como en la guerra como en la vida en general, es muy importante. Es decir: no es lo mismo un grupo de fumetas de 20 años que no saben dónde están ni qué hacen allí, que un grupo de chalados que defienden su familia y su casa. Y así acabó todo, claro.

MOMENTAZOS:
–Jolivú.
En dura competencia con la II Guerra Mundial, la del Vietnam ha sido la guerra más cinematográfica con diferencia. Qué grandes películas, ciertamente: Rambo, Rambo VIII, Rambo XVI, Rambo XXIII… Bueno, luego hicieron también peliculillas en plan Apocalypse Now, El cazador y así, pero no estaban a la altura de las anteriormente mencionadas, para qué nos vamos a engañar. Mucha música también provocó esta guerra, pero en este aspecto hubo de todo un poco: desde momentos históricos con el gran Hendrix arrasando con todo hasta jipis pesadísimos a los que daban ganas de enviar al Vietnam. Pero bueno, la historia de Rambo lo compensa todo, desde luego.
–Napalm. Los yanquis inauguraron en esta guerra tan rara una cosa mu' bonica llamada napalm, que básicamente venía a consistir en un producto químico que, convertido en fuego, dejaba las selvas vietnamitas limpias y despejadas como para construir un aeropuerto. Pero hay que darlo todo por bien empleado, porque sin el invento en cuestión no existiría una de las mejores frases de la historia del cine: ese "Me encanta el olor a napalm por las mañanas" de Robert Duvall en Apocalypse Now. Daños colaterales, se le dio por llamar más tarde a eso.
–Charlies. Como ya hemos comentado, a los vietnamitas los estadounidenses les llamaban 'charlies'. ¿Por qué? Se desconoce, aunque la versión más extendida es que eran así de simples y ya está. La pregunta es: ¿qué pasaba con los pobres soldados americanos, que debía haber un puñado, que sí se llamaban Charlie de verdad? Pues lo normal: que caían como moscas. En cuanto alguien les llamaba por su nombre siempre había alguno que, así nerviosito como estaba todo el mundo, le disparaba en un acto reflejo. Es una vergüenza, sí, pero del autogenocidio de los Charlies americanos nadie habla.
–Síndrome. Muy célebre también el famoso Síndrome del Vietnam, que consistía básicamente en que a los excombatientes se les iba la cabeza y veían charlies por todos lados. Fijaos si era serio el asunto que, por ejemplo, a Rambo se le paró de tal manera el cerebro que se acabó creyendo actor bajo el nombre de Silvester Stallone. Porque, efectivamente, Stallone es el alter ego de Rambo, y no al revés como se piensa la mayoría. Lo de creerse Rocky Balboa fue cuando ya no regía nada de nada, como se puede comprobar en su expresividad y su dicción.
–¡Arriba vietnam! Y aunque poca gente lo sabe, hubo participación española en el Vietnam. Franco, aquello para cumplir y eso, envió a cuatro doctores militares para decir que había ayudado y tal. ¿Qué fue de ellos? Pues nada, los tenían allí para dar las gasas, las pinzas y el bisturí en las operaciones porque nadie se fiaba de su calidad como médicos. Una gran injusticia, porque la medicina española estaba muy avanzada, como lo demuestra el hecho que consiguieron alargar la vida del caudillo hasta límites insospechados.

EPÍLOGO: Perdieron los yanquis y ha dejado grandes clásicos —yanquis— del cine y de la música, así que no sé qué más se le puede pedir a una guerra, la verdad. Bueno, sí, que no muriera nadie, cierto, pero me parece que eso ya es demasiado pedirle.

LeandroAguirre©2012 (revisión 16/09/2015)

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