MARGARET THATCHER

NOMBRE: Margaret Hilda Thatcher.

ÉPOCA: Una en la que si eras un sindicalista británico de madre irlandesa y padre argentino lo llevabas crudo. Pero crudo, vamos.

CURRÍCULUM: Margaret Thatcher fue primera ministra del Reino Unido durante más de una década a finales del siglo pasado. Supongo que eso que dicen muchas mujeres de que si gobernaran ellas el mundo sería diferente y mejor es verdad, pero asimismo espero que el de Thatcher no sea el ejemplo a seguir, sinceramente. Porque, hablando claro, pa’ huevos ella.
A Margaret Thatcher se la conocía como ‘La dama de hierro’, y no era para menos. La señora privatizó todo lo privatizable, se enfrentó a todo lo enfrentable y condujo con, eso, mano de hierro el timón del barco británico en contra de viento, marea y todo lo que se le pusiera por delante. A la Thatcher le daban igual sindicalistas, terroristas irlandeses, militares argentinos o lo que fuera: ella ponía sus cojones encima de la mesa y a ver quién tenía lo que había que tener para tocárselos.
En fin… Controvertida mujer que para muchos británicos es lo mejor que ha parido madre desde Churchill y para otros es la peor pesadilla desde Hitler. Sin término medio. Por si os sirve para formaros una idea, era amiguita de Pinochet y calificó a Nelson Mandela como “terrorista”. Yo como no soy británico me abstengo, pero, vamos, que si lo fuera me da a mí que estaría más con los de Hitler que con los otros, para qué os voy a engañar. Vosotros pensad lo que queráis, por supuesto.

MOMENTAZOS:
–Baronesa.
Aunque era hija de un tendero, Margareth Thatcher era ni más ni menos que baronesa Thatcher de Kesteven, que si alguien quiere saber dónde está que lo busque el el Google Maps porque a mí ahora no me apetece. Ello nos lleva a presumir que la Thatcher se dedicó a la política por puro aburrimiento, porque lo de ejercer de baronesa debe ser muy descansado pero muy coñazo también. Lo que ya no se entiende tanto, por muy baronesa que fuera o fuese, es de dónde sacaba esa mala leche que gastaba. ¿Estreñimiento, quizás?; ¿falta de sexo? Si fuese este último el caso, entiendo humanamente al barón, no puedo decir otra cosa.
–Diálogo. A la dama de hierro, como hemos dicho, no le tocaba los ovarios nadie, y menos los sindicalistas. Dicen que una vez le pegó tal hostia con la mano abierta al representante de los torneros-fresadores de Manchester que desde entonces el hombre se puede ver el culo. Era dialogante, sí, pero a su manera.
–Malvinas. Uno de los momentos cumbre del mandato de Thatcher fue la Guerra de las Malvinas, cuando se pudo observar en toda su extensión la mala sangre que tenía el bicho. Solucionó el asunto en dos patadas: los argentinos ocuparon las islas un 2 de abril y el 5 la Thatcher ya las había recuperado enviando allí a toda la tropa. Oficialmente la guerra duró un par de meses más, pero fue más para distraer que para otra cosa, porque a aquella  mujer no le tosían ni los dictadores. La tipa debía ser un verdadero encanto en las distancias cortas, indudablemente.

EPÍLOGO: Con un par. Y de hierro, además.

LeandroAguirre©2013

ÍNDICE DE LA INFRAHISTORIA

 

SECCIONES ACTIVAS

SECCIONES FINALIZADAS

OTROS