WINSTON CHURCHILL

NOMBRE: Winston Leonard Spencer-Churchill.

ÉPOCA: Una en la que los alemanes no eran como ahora gente simpática y dicharachera como Angela Merkel y los banqueros teutones, que son un sol sin comparación.

CURRÍCULUM: Winston Churchill fue una de las grandes estrellas del siglo XX y, en concreto de la II Guerra Mundial. Primer ministro del Reino Unido, su puro, su signo de la victoria y sus discursos son símbolos de la lucha de los aliados contra Hitler y sus muchachos. Churchill se encontró mandando en Gran Bretaña casi sin esperarlo y con la guerra ya comenzada. Perdió las primeras batallas, cierto, pero el tipo era un motivador extraordianario y consiguió hacer creer a sus tropas y al país entero que eran la leche y que los nazis no tenían nada que hacer contra ellos. Y ya sabemos que lo primero para conseguir lo que sea es creérselo, y, en este sentido, lo de Churchill era insuperable. Dicho de otra forma, a Churchill le ponías de entrenador del Matalascañas F.C. y hubiera ganado la Champions League, que ni tan siquiera existía. Un crack.
Grandes honores se le tributaron a Churchill tanto en vida como tras su muerte. Destacan el haber sido nombrado Caballero, Ciudadano de Honor de los EEUU, el Premio Carlomagno y el Nobel de Literatura. También quisieron hacerle duque, pero Churchill se negó. ¿Por qué? Bueno, en realidad es que le daba pereza ir a recoger el título más que otra cosa. Y es que los grandes hombres también son personas humanas y tienen sus momentos de debilidad, como se puede comprobar.

MOMENTAZOS:
–Amigotes.
La vida en general y la guerra en particular hacen extraños compañeros de cama. Si alguien le hubiera dicho a Churchill años antes que hubiera acabado siendo aliado de Stalin se hubiese reído un montón, desde luego. Pero, claro, si entonces aparece un pirado con bigotito que pretende hacer de Londres una ciudad del Reich, tu concepto de la vida cambia totalmente y te haces amiguito de gente que ni te hubieras pensado. ¿Continuaron Winston y Iósif teniendo relación tras la guerra? Pues más bien no, por supuesto. Y es que una cosa es tener enemigos comunes con alguien, y otra tomarte un té con pastistas con ese alguien.
–'We shall never surrender'. Grandes los discursos y las frases de Churchill, que, como hemos dicho, era un motivador tremendo. Curiosamente su expresión más famosa, ese "sangre, sudor y lágrimas", en realidad no era suya, ya que se la había tomado prestada a Roosvelt. Sí es suyo este discurso: "Defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo. Pelearemos en las playas, pelearemos en los sitios de desembarques, pelearemos en los campos y en las calles, pelearemos en las colinas. Nunca nos rendiremos". Y, efectivamente, Churchill y los británicos nunca se rindieron. Aunque a mí la que más me gusta es: "Hundid al Bismarck". Clara, corta, concisa e inequívoca. Así da gusto.
–Como los actores. La curiosidad es que, durante la guerra, a Churchill le aconsejaron que tuviera, a lo actor de Hollywood, algunos dobles, por eso de la seguridad y tal. Y razón no le faltaba al MI5, la CIA inglesa, en recomendarle estas precauciones, porque al menos uno de ellos murió en manos de los alemanes al ser derribado el avión en el que viajaba. A nadie le importa, por cierto, quién era y qué nombre tenía el pobre hombre, que, en el fondo, dio la vida por su patria, cosa que no hizo Churchill. Qué injusto, ¿verdad?

EPÍLOGO: La actitud de Churchill fue, indudablemente, una de las claves para que Hitler no se hiciera con toda Europa. La otra fue que Hitler, como Napoleón, se obsesionó con Rusia, porque si todas las tropas que estaban intentando hacerse con la URSS hubiesen estado atacando a Inglaterra, ni Churchill, ni frases motivadoras, ni mandangas. Qué gran estratega Hitler, en serio.

LeandroAguirre©2013 (revisión 29/10/2014)

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