NOMBRE: Los Borgia.
ÉPOCA: Una en la que si ibas de visita al Vaticano corrías el riesgo de, personal y sexualmente, no volver intacto.
CURRÍCULUM: En la historia de los Borgia se mezclan la realidad histórica y la leyenda. Esta dinastía de origen valenciano —el apellido original era Borja— tuvo destacados personajes a lo largo de siglos, pero vamos a centrarnos en Rodrigo, el Papa Alejandro VI, y sus vástagos, cada cual más especial que el anterior. Y vamos a centrarnos, por supuesto, en la leyenda, que para historia seria ya están la Wikipedia, Intereconomía y El libro gordo de Petete.
Si creéis que El Padrino es una historia de mafiosos, eso es porque no conocéis la Italia del siglo XV o así. Sólo hay que fijarse en los nombres de los a veces aliados a veces enemigos de los Borgia: Sforza, Orsini, Farnesio, Colonna… Pues eso: la Nueva York del siglo XX, una guardería al lado de esto, porque si los unos montaban tiroteos en las calles, todos estos, que cada uno tenía un mini estado para él solo, montaban guerras.
Pero se ve que Rodrigo Borgia se movía bien en círculos diplomáticos y asesinaba enemigos todavía mejor y al final logró que le hicieran Papa. Porque papá ya era y sobradamente, ya que en aquella época lo del celibato no es que estuviera demasiado de moda entre el clero, que era una profesión como otra cualquiera. ¿Qué tal Papa fue Rodrigo? Pues como todos los de aquella época: gente sin escrúpulos con tal de alcanzar su meta, porque de otra manera no llegabas a Papa ni de coña, y sin escrúpulos también cuando llegaban al poder en practicar el nepotismo y toda clase de golferías de las que, digámoslo todo, los Borgia se llevaron la fama pero que eran de lo más comunes en aquella época. Como, más o menos, lo de ahora en España pero sin paraísos fiscales, porque para qué teniendo kilómetros de estancias y sótanos para almacenar oro.
MOMENTAZOS:
–Alejandro VI. El que peor fama se ha llevado, junto a Lucrecia, de toda la saga Borgia. A Rodrigo Borgia se le acusa de prácticamente todo menos de ser bueno, pero, como hemos dicho, no iba mucho más allá de lo normal en su época. Quizá compró el papado, sí, pero ni más ni menos como intentaban hacer todos los demás. Se follaba a todo lo que se movía, también, pero como hacían todos. Y que intentaba colocar a amigos y conocidos y que su hijo heredara el Papado, sin duda, pero como lo intentaban todos y como, añado, haría cualquier buen padre. ¿O tú no le pasarías a tu hijo si pudieras un chollazo de empleo como ese? Pues eso.
–César. A César Borgia, un tipo con mucha mala leche, su padre Rodrigo le hizo seguir, para realizar sus estrategias políticas y para que le sucediera en el papado, la carrera eclesiástica, cuando a César lo que le pedía el cuerpo era agarrar la espada e irse a matar enemigos por ahí. Tanto insistió César que al final el papá Papa no tuvo más remedio que ceder. Y es que todos sabemos lo pesado que se puede poner un niño para conseguir lo que quiere. En plan: "¡Quierolaplay, quierolaplay, quierolaplay…!". Pues lo mismo: "¡Quieroiralaguerra, quieroiralaguerra, quieroiralaguerra…!". Y no hay papá, por muy Papa que sea, que resista eso.
–Lucrecia. Ah, Lucrecia… Según algunos, una persona libertina y despiadada como su padre, según otros, no había para tanto. Pero de Lucrecia lo más interesante es su desflore y posterior vida sexual. Cuenta la leyenda que, antes de casarse, Rodrigo hizo que César y Lucrecia se acostasen juntos ante el miedo de ella de no saber qué hacer la noche de bodas, y que posteriormente ambos hermanos fueron amantes regularmente. ¿Verdad?; ¿mentira? Sólo Rodrigo, César, Lucrecia y las veinte personas que lo presenciaron, porque la cosa era en público, lo saben. También se rumorea que Lucrecia llegó a acostarse con su propio padre, lo que, de ser cierto, sería rizar el rizo de una manera increíble, porque a ver quién es la guapa o el guapo que puede decir que se ha trajinado a su papá y al Papa a la vez. Entre incesto e incesto, Lucrecia se casaba con diferentes tipos, envenenaba a gente y tenía tiempo para parir hijo tras hijo. El octavo la mató. En el parto, me refiero, no con un cuchillo ni nada así. Que se sepa, claro, porque, aunque recién nacido, no dejaba de ser un Borgia, con todo lo que eso conlleva. Una grande, Lucrecia.
–Juan y Jofre. Juan, el mayor de los hijos de Rodrigo al que mucho más que los efebos no le interesaban demasiadas cosas, no tuvo mucha suerte y murió asesinado. Para la historia, dos presuntos culpables: César Borgia y Jofre Borgia. En cualquiera de los dos casos, está claro que la palabra 'escrúpulos' no estaba en el diccionario de esta familia. Bueno, directamente es que habían quemado el diccionario y ya está, no fuera a ser que aprendieran sin querer palabras poco recomendables.
EPÍLOGO: Como admirador sin límites de la familia Corleone, no puedo menos que exclamar: ¡Vivan los Borgia y la madre que los parió! El padre no, que vete a saber quién puede ser.
