EL TELOVENDO

NOMBRE COMÚN: Telovendo.

NOMBRE CIENTÍFICO: Que nos lo vendía, claro. Que ni de coña, fue nuestra respuesta, claro también.

CARACTERÍSTICAS: El Telovendo es una especie humana que se caracteriza principalmente por poseer unas dotes comerciales fuera de lo común. Todos conocemos a la típica persona de la que decimos que vendería figroríficos a los esquimales en el Polo Norte, ¿verdad? Pues Telovendos de manual.
A los Telovendos, como en el caso de los Sádicos de la semana pasada, también se les empieza a reconocer a muy temprana edad. Un Telovendo no tira los juguetes que no usa, monta un chiringuito a la puerta de su casa y se los vende a los transeúntes. Un Telovendo no cambia cromos, los adjudica por una cantidad razonable. Un Telovendo no tiene problema en dejar que sus compañeros vagos copien sus trabajos de clase, pero por un precio justo. Y así. Cuando crecen es lo mismo, pero en vez de juguetes, cromos o trabajos escolares venden otras cosas. Nos gustaría dar más características de los Telovendos, pero es que ésa es la que domina su vida y lo monopoliza todo. Lo demás, tanto para un Telovendo como espécimen como para nosotros como científicos, es absolutamente accesorio.

TIPOS: Aunque podemos equivocarnos, nos arriesgamos a asegurar que son dos. Por un lado tenemos al Telovendo Propio, que es un Telovendo normal y corriente que vende todo lo que puede dentro de unos límites. ¿Cuáles son esos límites? Los que traspasa el otro tipo de Telovendo, el Ajeno. El Ajeno, como el Propio, también vende todo lo propio, pero, como el lector habrá adivinado, también vende lo ajeno si tiene oportunidad. Si alguien le vende a un turista la Torre Eiffel sólo puede ser dos cosas: un Telovendo Ajeno o un timador. Es difícil distinguirlos porque la diferencia está en las motivaciones: mientras un timador lo hace para obtener un beneficio económico, el Telovendo Ajeno lo hace por puro amor al arte y por superarse a sí mismo. Sí, también se queda con el dinero obtenido, claro, pero eso para él es secundario.

HÁBITAT: Aunque venden lo que sea donde sea, si el entorno les facilita el trabajo, pues mejor que mejor. Es decir, que en mercadillos o bazares se siente como pez en el agua. Pero, repetimos, que tampoco les afecta demasiado y pueden vender material perfectamente tanto en desiertos como en selvas tropicales. Pues menudos son.

ALIMENTACIÓN: Si se es alguien cercano a un Telovendo hay que vigilarle mucho en este aspecto. ¿Por qué? Porque la naturaleza del Telovendo no le obliga, como pasa con la mayoría de especies humanas, a comerse la comida que tienen delante, sino a, obviamente, venderla, por lo que hay que estar muy al tanto de que no se le pare la cabeza y acabe muriendo de inanición. El riesgo más grande que corre un Telovendo, sin duda.

APAREAMIENTO: Muchos acaban siendo prostitutos o proxenetas, para qué vamos a ocultarlo. Al sexo por el sexo le encuentran un placer relativo, pero a eso de vender sexo no pueden resistirse.

COMPATIBILIDADES: La más grande, evidentemente, con los Telocompro. Cuando se juntan un Telovendo y un Telocompro el grado de simbiosis es tan alto que, si no existieran el Sádico y el Masoca, diríamos que es insuperable.

INCOMPATIBILIDADES: Con especies como el Agarrao, el Antesmuertoquedarteuneuro o el Niteacerques. Aunque, con todo lo incompatibles que son, hay veces incluso que el Telovendo consigue venderles algo. Los putos amos, sí.

CONCLUSIÓN: Lo mejor es rendirse. Intentar oponer resistencia a un Telovendo es inútil, así que, cuando aparezca uno, se le compra lo que se le tenga que comprar y se acaba rápido con el tema. Todo lo demás es una agonía inútil que va a acabar con el Telovendo vendiendo y tú comprando, por lo que es mejor ahorrar energías para otras cosas y para otras especies más asequibles a la derrota.

LeandroAguirre©2013 (revisión 03/02/2015)

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