NOMBRE COMÚN: Voceras.
NOMBRE CIENTÍFICO: El Voceras no ha tenido problema alguno en comunicárnoslo, pero gritaba tanto que el teléfono distorsionaba y ha sido imposible entenderlo. Pero imposible.
CARACTERÍSTICAS: Curiosa especie el Voceras. Y lo es porque a ojos poco expertos no parece una especie diferenciada. Es decir, el único rasgo propio que posee el Voceras es su potencia y volumen de voz, porque por lo demás puede tener diferentes rasgos y comportamientos, propios de casi cualquier otra especie. ¿Por qué, pues, es considerado una especie diferenciada y no un elemento de otra especie que simplemente tiene un tono de voz elevado? Pues la diferencia entre este tipo de especímenes, que existen, y un Voceras es que este último necesita de su vocerío para sobrevivir. Concretando: si un Voceras no vocea, y en uno de los grandes misterios de la fauna humana, se muere. Algo similar a lo de Sansón y su pelo, no sabemos explicarlo mejor.
No hay que confundir a un Voceras con individuos de otras especies que no oyen bien y por eso gritan. ¿Cómo diferenciarlos? Muy fácil: si cuando le hablas te va preguntando continuamente “¡¿Qué?!”, es que está sordo como un zapato; si simplemente grita por gritar es un Voceras. Sencillo, ¿no?
TIPOS: Tras múltiples operaciones aritméticas, podemos concluir que son dos: el Consciente y el Inconsciente. El Consciente es el tipo de Voceras menos numeroso y se caracteriza porque, de vez en cuando, se da cuenta de que quizás esté gritando demasiado e intenta controlarse. Por ejemplo, en un funeral procurará no hablar demasiado para no montar un escándalo. El Inconsciente, en cambio, entrará en el velatorio gritando como un energúmeno: “¡A ver; ¿dónde está el fiambre?!”. Tampoco son la especie con más tacto de este mundo, está claro.
HÁBITAT: Para el resto de la humanidad lo ideal sería que el Voceras viviera aislado en desiertos o en los picos del Himalaya, pero, desgraciadamente para el resto de la humanidad, el Voceras no tiene excesivos escrúpulos a la hora de deambular por esos hábitats de Dios. Sí es verdad que el Voceras es peor recibido en ciertos hábitats que en otros. Por ejemplo, su vida corre peligro en lugares como cines, pistas de tenis o campeonatos de ajedrez. Y en entierros, por supuesto.
ALIMENTACIÓN: Lo que sea, pero siempre expresando a voces su gusto o su disgusto. No sabemos qué es peor, si ir con un Voceras a un restaurante y que le guste la comida o que no, porque un Voceras alabando a todo volumen la deconstrucción de gazpacho con un milhojas de alcachofa al nitrógeno es casi más vergonzoso que se cague a voces en la madre que parió al cocinero por la mierda de macarrones con tomate que le acaban de servir. Difícil elección, así que no ir a comer con un Voceras suele ser la mejor solución.
APAREAMIENTO: Un escándalo, evidentemente. Y ya si se juntan dos Voceras, es para salir huyendo. Lo gracioso de cuando eso sucede es que ambos están pensando del otro: "¡Cómo grita!".
COMPATIBILIDADES: En principio con elementos de casi cualquier especie con el único requisito de padecer problemas de audición.
INCOMPATIBILIDADES: En principio también con elementos de casi cualquier especie que no tengan problemas de audición. Mucho ojito con los Tuquemiras o los Nomehables, porque suelen ser los que acaban matando a los Voceras.
CONCLUSIÓN: Especie con muy poca vida social. Lógico.
