¿Sí?

¿Sr. Rato?
¿Quién es?

Un juntaletras que pregunta.
No contesto, lo siento.

¿No tiene ganas de dar su versión?
Mi abogado me ha advertido de que, sobre todo, no dé mi versión.

Aunque solo sea para desahogarse, hombre.
¿Sabe qué? Que le voy a responder. Porque como tenga que desahogarme con mi señora, que no vino ni a recogerme a comisaría, lo tengo claro.

¿Cómo lo lleva?
Pues mal, Juntaletras, cómo quiere que lo lleve.

Blanqueo, fraude, alzamiento de bienes... No suena bien.
Lo desmiento todo.

¿Todo todo?
Todo.

Que se lo inventan, vamos.
Absolutamente. Soy un pobre currante que ha acumulado cuatro chavos con el sudor de su frente y que...

Pare, pare... ¿Considera usted que 27 millones son cuatro chavos?
Es que esa cifra no es cierta. Mis bienes no superan la modesta cantidad de 26.999.975 euros.

¿Me vacila?
No. Lo que no se puede es mentir. Si no son 27 millones, pues no son 27 millones.

En fin... En todo caso, vienen curvas.
Confío plenamente en la justicia y en mi inocencia.

En el PP dicen que están sorprendidísimos, consternadísimos y defraudadísimos.
Le repito que mi abogado me ha ordenado que, más allá de repetir como un loro que soy inocente, no abra la boca.

¿Le ha llamado alguien del PP?
Si usted fuera alguien del PP, ¿me llamaría?

Me cuesta ponerme en una situación tan inverosímil, pero, si fuera del PP y hubiera una amistad de por medio, pues probablemente sí, le llamaría.
¡Ja ja ja! Qué inocente y tierno es usted, Juntaletras. Amistad en política, dice. Es usted entrañable.

Que ni el Tato, vamos.
Ni el Tato.

¿Se siente usted chivo expiatorio?
¡Beeeeeeee!

Mensaje captado.
Mi abogado me matará por esto.

¿Se ve en la cárcel?
Hombre, verme verme, me veo en las Bahamas tomando un daikiri a la sombra de un cocotero, pero, tal y cómo se están poniendo las cosas, no descarto tener que llevarme el cocotero a Alcalá Meco.

¿Cómo piensa que lo llevaría eso de la prisión?
Pues mal. ¿Usted cómo lo llevaría?

Yo, en su situación, es decir con 26.999.975 euros por ahí, ya haría tiempo que no estaría por aquí.
Porque usted tiene alma de culpable, pero yo, como soy inocente, me quedo aquí para demostrarlo.

Una pregunta técnica: ¿sabe quién es el director de recursos humanos del FMI?
No tengo ni idea. ¿Por?

Porque vaya puntería eligiendo presidentes, oiga.
No me irá usted a comparar con Strauss-Khan, supongo.

Yo ni comparo ni dejo de comparar. Solo digo que menuda puntería.
¿Algo más?

Pues la verdad es que no. Que sea lo que Dios quiera, Sr. Rato.
Déjese de Dios, que mi abogado mi buena pasta me cuesta.

Venga. Lo llamo si le meten en la cárcel.
¿Y si no me meten no?

(...)
¿No me contesta?

Ah... Pensaba que era una pregunta retórica. No, claro. Hasta otra.
Es usted mala persona.

Lo sé. Adiós.
Adiós.

Qué festival de país, en serio.