¿Jroña ke jroña?
Mr. Tsipras?
Yes.
¿Habla español, por puta casualidad?
Claro.
Qué bien... ¿Y eso?
Hice el Erasmus en Granada.
No es mal sitio.
No. De hecho, mi sueño era ser sultán de Granada, pero como la cosa estaba complicadilla, me conformaré con gobernar Grecia.
Felicidades por ello, por cierto.
Gracias.
Vaya paliza, ¿no?
No ha estado mal, no.
Aunque eso de que le den 50 escaños más por la cara al que gana desvirtúa un poco las cosas, ¿no?
Las reglas son iguales para todos.
Eso sí. Bueno... ¿Y ahora?
Ahora a gobernar.
No, si ya. Me refiero a en qué va a consistir ese gobierno.
En cumplir lo que prometimos.
Mire que desde fuera las cosas se ven de una manera y después te encuentras con un percal que no esperabas.
Sabemos donde nos metemos.
La deuda.
La renegociaremos.
Había dicho usted que no la iban a pagar.
Matices semánticos.
Hombre, no, señor Tsipras. Entre impago y renegociación no sólo hay diferencias semánticas.
Insisto: matices semánticos.
Vale. Sorprende un poco los socios con los que va a formar gobierno.
¿Por?
Son nacionalistas de derechas, ¿no?
Pero estamos de acuerdo en lo fundamental: Alemania caca, y Grecia para los griegos.
Podían haber gobernado ustedes en minoría y llegar a acuerdos puntuales.
Podríamos haberlo hecho, sí, pero no nos ha dado la gana.
¿Qué le va a decir a Merkel cuando la vea?
Que Grecia es de los griegos.
Vaya con cuidado, que igual le arrea un sopapo o algo, que tiene mucha mala leche, dicen.
Me da igual.
Que no le tiene miedo, dice.
No, claro que la temo. Acojonado estoy, en realidad. Pero me he comprado una armadura medieval para la ocasión. Que me pegue lo que quiera.
A mí me han dicho que su mirada funde el acero.
No joda. Entonces tendré que agenciarme kriptonita o algo.
Se ha hecho usted muy amiguito de Pablo Iglesias, ¿no?
Es muy majete, sí. Un poco pesado, pero majete. Siempre está que si casta por aquí, casta por allá...
¿Usted no?
Yo a veces descanso, Pablo no. El otro día cenando en el hotel, después de tres mítines y 23 entrevistas, él seguía que si la casta patatín y la casta patatán, hasta que le dije: “Podemos hablar también de fútbol, de cine o de lo que sea, Pablo”. Y él se puso a hablar de la corrupción en el fútbol y del IVA insoportable que soporta el cine en su país y tal y cual.
Auge de la extrema derecha también, señor Tsipras.
Sí, Amanecer Dorado ha subido bastante, pero yo no me preocuparía.
¿Por?
Porque con ese nombre de mierda no se pueden ganar nunca unas elecciones, hombre.
Espero que tenga razón. En fin, señor Tsipras: suerte, que será la de los griegos y, de rebote, la de todos los europeos.
Gracias, eh...
Juntaletras.
Gracias, Juntaletras.
Me da cierta lastimica este señor, la verdad. Es que las dos hostias de la Merkel no se las quita ni Zeus, estoy seguro.
