Buenos días. ¿Pablo?
Yo.

Soy un juntaletras.
Ah... Yo soy un humilde militante de Podemos.

Ya... Quería preguntar.
¿Eres de la casta?

Soy juntaletras, ya te he dicho.
Pregunta, pregunta...

¿Cómo fue el congreso?
No es congreso, es asamblea.

Ay, sí, perdón.
¿Seguro que no eres de la casta?

Que nooo...
No sé, no sé...

¿La asamblea?
La asamblea bien. Una lección de democracia para los partidos de la casta.

Dices que lo suyo es que haya solamente un secretario general.
Efectivamente.

A eso no le habéis cambiado el nombre.
No entiendo.

Que habláis de ‘movimiento’, ‘círculos’ o ‘asambleas’, y al secretario general le llamáis secretario general como todos.
Oye, tienes razón; tendríamos que buscarle un nuevo nombre.

¿Asambleario Máximo, o algo así?
Me gusta... Pero lo tenemos que decidir en votación, claro.

Claro. Primeras discrepancias dentro de Podemos.
De eso se trata: de hablar, de discutir, de votar...

Lo de que quien pierda se eche a un lado, queda un poco feo, la verdad.
Me refería a que quien pierda ha de dejar trabajar a los que ganen.

Podrías haberlo dicho así.
Me salió cómo me salió.

Otra cosa que suena de aquella manera es: “El cielo no se toma por consenso, se toma por asalto”.
Una metáfora. Nuestra misión no es conquistar el cielo, evidentemente.

O sea, que lo del asalto no es una metáfora.
No, lo del asalto no.

Repito: suena como mínimo raro.
Porque estáis acostumbrados al lenguaje de la casta.

Este es un pequeño reproche que debo hacerte: ¿es estrictamente necesario que de cada cuatro palabras que dices dos sean ‘casta’ y otra ‘régimen del ’78?
Es para que cale el mensaje.

Yo creo que ya ha calado suficientemente.
Eres de la casta, reconócelo.

Jodeeer...
Eso, eso es lo que hemos venido a hacer: a joder a esta casta corrupta del régimen del ’78.

Queda claro. ¿A partir de ahora, Pablo?
A organizar el movimiento y a tomar el poder.

Al asalto no, espero.
En las urnas, Juntaletras, en las urnas.

¿Primeras medidas al llegar al poder?
Redecorar La Moncloa, que es un horror.

Pensaba que seguirías viviendo en tu casa.
Sí, hombre; no sé qué gracia tiene ser presidente entonces.

Más cosas.
Cambiaré el himno por algo más moderno.

¿Con letra?
Con letra.

Te vas a meter en un jardín, yo te lo digo.
Me da igual: soy el presidente.

Serás, en todo caso.
Es que me meto muy rápido en el papel.

¿Y las cosas secundarias? La deuda, la economía, el paro...
Nosotros somos gente brillante y con estudios, juntaletras. Será un chasquido de dedos y todo estará solucionado en cuatro días.

Ojalá.
Ten fe, Juntaletras, ten fe.

De fe nada. Hechos.
Los verás cuando sea presidente.

Si los militantes primero y los españoles después quieren, ¿no?
Obviamente. Pero querrán.

Muy seguro te veo.
Si tú tuvieras el carisma y la labia que yo tengo, también lo estarías.

Venga, pues iremos hablando, espero.
Cuando quieras; soy muy majo y accesible. ¿Estás apuntado en algún círculo, por cierto?

Yo no me apunto a nada, y menos a un círculo, que las cosas redondas me marean.
Trabajas para la casta, reconócelo, va.

Que no, macho, que no; que yo voy por libre.
Vaaa...

Eres pesaíco, ¿eh?
Vaaaaaaaa...

Hala, Pablo; hasta otra.
Se pilla antes a alguien de la casta que a un cojo.

Que sí, que sí. Adiós.

De casta le viene al galgo. Por decir algo.