Buenos días nos dé Dios...

¿Alcaldesa?
Alcalda.

Ya estamos... Lo que usted diga. Soy el Juntaletras, doña Ana.
¡Hombre, Juntaletras! Pensaba que ya no me llamaba.

Y yo también, la verdad, pero la cosa estaba entre usted y Rajoy o Mas, y lo otro me daba mucha pereza, la verdad.
Pues nada, usted dirá.

Veo que se le ha pasado lo de hablar en inglés.
Si quiere I can volver a hacerlo.

No, por favor, que aquello fue muy duro (leer).
Como quiera.

Que lo deja, he visto.
No lo dejo; no sigo.

¿Y qué diferencia hay?
Que he cumplido el mandato de los ciudadanos y no lo dejo a medias.

Técnicamente hablando los ciudadanos no le dieron a usted ningún mandato, se lo dieron a otro señor.
Usted me entiende.

Presupone usted mucho. En fin... ¿Por qué?
¿Por qué qué?

Por qué no se presenta a las elecciones.
Porque no tengo ninguna necesidad.

Antes tampoco.
Pero ya no me divierto. Sin candidatura olímpica esto es muy aburrido y no puedo perfeccionar mi inglés. Para eso me quedo en casa.

Pensaba que estaba usted para servir a los ciudadanos y esas cosas.
Qué ingenuo y qué majo es usted, Juntaletras.

Se va usted como llegó: con polémica.
¿Por?

Cosas... Lo de cerrar el tráfico en el centro de Madrid, por ejemplo.
¿Lo encuentra mal?

Ni tengo coche ni vivo en Madrid, no soy yo el que lo tengo que encontrar bien o mal.
Pero tendrá una opinión.

Opino que aquí soy yo el que pregunta, alcaldesa.
Alcalda.

Eso. También, parece, se le caen las ramas de los árboles, doña Ana.
A mí no se me cae nada.

A Madrid, me refería.
Pues hable con prioridad, Juntaletras.

Con propiedad, querrá decir.
Pues lo que he dicho: prioridad.

Los árboles.
Pues lo normal: las ramas se caen y, de vez en cuando, pillan a alguien debajo.

Lo que se cae normalmente son las hojas, no las ramas.
Qué poco conocimiento de la naturaleza... Las ramas se caen en otoño, Juntaletras.

Será en su pueblo.
Efectivamente, en Madrid. Si usted no es de Madrid, ¿cómo va a saberlo?

¿Puedo opinar sobre el tráfico y sobre los árboles no?
Juntaletras a tus letras juntas.

Aparte de que, perdone, las ramas llevan cayendo desde el verano.
Ha sido un otoño prematuro. El tiempo está loco.

Se queja la gente también sobre la suciedad de Madrid.
¿Qué gente?

Gente de Madrid.
La gente que yo conozco de Madrid no se queja de nada.

Los de su barrio de chabolas en el extrarradio, ¿no?
Noto cierto astracano.

¿Astracano?
Burla, cachondeíto.

Interpreto que quiere decir sarcasmo.
Pues eso: samarcasmo.

Nooo, qué vaaa...
Vuelvo a notar astracano por su parte.

En fin... ¿Qué va a hacer ahora, alcaldesa?
Alc...

Alcalda, sí.
Pues lo normal en muchas mujeres: mi casa, mi marido, mis hijos, mis consejos de administración, mis puestecillos en órganos asesores... Cosillas...

Como cualquier mujer normal y corriente, vamos.
Efectivamente.

Pues que le vaya bien.
Va, dígamelo por última vez.

¿El qué?
Eso tan gracioso que me llama.

¿Alcaldesa?
Je je... Echaré de menos su mingorancia, Juntaletras.

Ignorancia.
Eso.

Adiós, alcaldesa.
¡Ja ja ja! Qué arte...

Esta mujer se morirá pensando que fue alcalda y que habla inglés. En el fondo es entrañable.