OSCARS 2015

'And the Oscar goes to...'. ¿Vi la ceremonia de los Oscar? La respuesta es: ¿estamos locos?; yo a esas horas duermo. Incluso estoy durmiendo si hablamos en clave hora americana de la Costa Oeste.
¿He visto alguna de las películas que se presentaban? ¿Estamos locos de nuevo? Yo no soy millonario como para ir al cine, oigan.
Y, finamente: ¿tengo un buen concepto de los premios en general? Y, obviamente, solo puedo decir: ¿estamos locos?; que le dieron el Nobel de la Paz a Obama y 300.000 Oscars a Titanic, hombre.
Por lo que me he dicho a mí mismo: indudablemente, nadie más adecuado que tú para hacer la crónica de los Oscar, Juntaletras. Y a eso vamos.

¿Armas de destrucción masiva en México? Yo si fuera mexicano empezaría a preocuparme, en serio. Es decir: por muy buenas que sean las películas, eso de que los gringos le den dos Oscars seguidos a directores mexicanos, a mí, como mexicano, me escamaría. En plan: ¿qué quieren?; ¿qué buscan?; ¿por qué me premian tanto?; ¿por qué este repentino amor fraternal? Llamadme desconfiado, pero a mí no me extrañaría que cualquier día de estos los de EUA se presentaran en la frontera para devolver el millón de emigrantes que, según ellos, habrían intercambiado por esas estatuillas entregadas. ¿Soy un malpensado? Quizás, pero que nadie se sorprenda si algo así acaba pasando. Que estos son los de las armas de destrucción masiva en Irak, quiero recordar.

Cuauhtemoc. En todo caso, los mexicanos, cachondos ellos, cada vez se lo van poniendo más difícil a los yankis. Porque, claro, una cosa es decir ‘Alfonso Cuarón’, que con ensayos hasta un yanki puede decirlo más o menos correctamente, y otra es decir ‘Alejandro González Iñárritu’, que la cosa ya se va complicando. Yo le propongo a los mexicanos que para el año que viene presenten a alguien llamado Cuauhtemoc Huitzilihuitl Chimalpopoca o algo así, y si aún así os siguen dando el Oscar, entonces ya sí que me preocuparía de verdad. Pero muy de verdad.

Sexismo. La prensa seria, a lo suyo: que si las mejor vestidas, que si las peor vestidas, que si las mejor operadas, que si las peor operadas... Puede parecer sexista que solo se juzgue a las actrices y no a los actores, pero, según lo veo, no es sexismo, es sentido común. Me refiero a que todos los actores van, con matices, vestidos exactamente igual, así que ponerse a discutir cuál es el mejor vestido es como ponerse a discutir qué pingüino de una colonia de pingüinos es el más gracioso y el más torpe. El día que Al Pacino se presente con una minifalda de D&G y Robert de Niro con un vestido de noche fucsia de YSL podremos empezar a hablar sobre el tema, pero hasta entonces solo se puede discutir sobre ellas. Es así.

Atraco a mano armada. Uno de los momentazos fue, se ve, cuando el presentador, Neil Patrick Harris de ‘Cómo conocí a vuestra madre’, salió literalmente en paños menores al escenario. Dicen que era una parodia de Michael Keaton en 'Birdman', la película de Iñárritu. Como he dicho, ni vi la gala —ni un resumen, vamos— ni he visto la película, pero a mí me suena a otra cosa. Es que es Los Ángeles, ¿me explico? O sea, que sí, que si los Oscars, que si Hollywood, que si Malibú y tal y cual, pero sigue siendo LA, CA, USA. Me refiero a que seguramente a Neil Patrick Harris le robaron a punta de pistola el smoking y no tuvo más remedio que improvisar lo que improvisó. Yo ya le daría directamente el Oscar al Mejor Actor de 2016, así de claro.

'See you next year... or not'. En fin... Que eso: que una edición de los Oscar más. O una menos, según cómo se mire. No os prometo que el año que viene volveré a hacer una contracontracrónica del evento porque seguramente el año que viene ya seré archimultimegamillonario y no estaré para chorradas, pero sí os puedo prometer una cosa: no haré jamás la contracontracrónica de los Grammy, y antes muerto que hacer la de los Grammy Latinos. Y es que, cierto, todos los premios son un pufo (menos, obviamente, el Tonto’lculo de la Semana, que es el único premio serio que hay), pero hay pufos y pufos, y uno ya no tiene edad para desperdiciar el tiempo en según qué. Me entendéis, ¿no?
¡Viva México, cabrones!

LeandroAguirre©2015

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