CONTRAMUNDIAL (1)

Inauguración. Bueeeno... Pues ya ha empezado el Mundial y tal. Y lo hizo, como parece ser es obligatorio, con la preceptiva ceremonia de inauguración. Y llega ya el momento de que alguien se lo plantee en serio. Es decir: ¿son absolutamente imprescindibles? Porque, excepto contadísimas excepciones, suelen ser un coñazo insufrible. Eso sí, hemos de agradecer a los brasileños que al menos esta vez fue razonablemente corta y no hubo tiempo de llegar a plantearse si cortarse las venas o tirarse a la vía del tren, que algo es algo. Nada comparable a las inauguraciones de los JJOO, sin duda. Y es que según qué aberraciones son insuperables, estaremos de acuerdo.

Lisérgico. La cosa en sí fue una especie de cuadro psicodélico en plan Alicia en el país de las maravillas con una mega bola de cristal en el centro del campo y una especie de ajos que caminaban y hacían cosas raras. En estos casos la organización siempre explica que la bola simboliza no sé qué y los ajos representan no sé cuántos, pero es que, claro, algo han de explicar para justificar semejante paja mental. Sería encomiable que saliera algún director de ceremonia diciendo: “Una noche tomé LSD y se me ocurrió toda esta verbena”. Sería infinitamente más digno, según mi punto de vista.

La bola de cristal. Pero hay que decir que, en este caso, la descomunal bola tenía su razón de ser, pues de ella salió Jennifer López, que se unió a Claudia Leitte y Pitbull para cantar una canción horrorosa. A ver, entendámonos: que salga Jennifer López no puede ser motivo de queja porque, bajando el volumen de la televisión, no puede haber motivo de queja. Pero mi pregunta es: ¿de verdad que un país como Brasil necesita importar mujeres extranjeras, por muy Jennifer López que se llame? Me refiero a que en cualquier carroza de carnaval hay veinte mulatas que hacen palidecer a Jennifer López y que es bastante probable que tampoco canten peor. Además los brasileños no presentaron a ningún chulazo de buen ver para que el público femenino heterosexual y el masculino gay pudiesen disfrutar del acontecimiento en condiciones. Muy mal, Brasil, muy mal.

Imprevisible. Tres grandes sorpresas. La primera, hubo percusión. Dos: hubo kapoeira. Y tres... ¡hubo samba! Ni os lo podíais imaginar, ¿a que no? Yo, como soy un iluminado con poderes paranormales, algo intuía. Estuve todo el día inquieto: ¿habrá samba?; ¿no habrá samba?; ¿se atreverán?; ¿no se atreverán? Pues sí: en un alarde de originalidad, los brasileños decidieron incluir la samba en la ceremonia inaugural. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, que diría Pedro Navaja.

Coge el dinero y corre. Ah, sí: y después jugaron al fútbol. Brasil y Croacia, más concretamente. Bueno, jugaron Brasil y Croacia y ganó el árbitro, que se inventó un penalti de dimensiones cósmicas en favor de los anfitriones cuando las estaban pasando más putas. Dicho de otra manera, que en este Mundial los equipos luchan por la segunda plaza, porque parece ser que la FIFA ya ha decidido quién tiene que ser el campeón. En todo caso, me da un poco igual quién gane, pero desde ayer tengo claro quién no quiero que gane. ¡Ladrones, coño!

LeandroAguirre©2014

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