La Santísima Trinidad
Por lo que a mí respecta, la humanidad tiene tres grandes cánceres, tres grandes desgracias: los integristas religiosos, los patriotas/nacionalistas y los integristas ideológicos. Hay integrismos para todos los gustos por ahí, cierto, pero son mayormente esos tres los que provocan guerras, sufrimiento y sangre.
Lo que pasa es que esto es como lo de la Santísima Trinidad porque, en realidad, y por muy diferentes que se vean entre ellos, son el mismo tipo de persona. La misma persona, básicamente. Y es que, si lo pensáis, para un integrista religioso su religión es su patria y su ideología, para un patriota/nacionalista su patria es su religión y su ideología, y para un integrista ideológico su ideología es su religión y su patria, con lo cual todo se acaba confundiendo.
Me refiero a que puedes ver absurdidades tales como que gente que se declara atea y racionalista adore una bandera como si fuera un crucifijo o lea a sus ideólogos particulares como si leyera la palabra de Alá. Insisto: son la misma persona. Y ya lo más grande es cuando alguien es dos e incluso tres de esas cosas a la vez, que haberlos haylos.
Personalmente, los ‘ismos’ y los ‘istas’ en general me tiran para atrás, incluso los que a bote pronto se podría pensar que son buenos. Es decir: prefiero un millón de veces a una persona pacífica que a un pacifista, a una persona ecológica que a un ecologista y a un amante de los animales que a un animalista, que son cosas que, aunque parezca mentira, no tienen por qué ir necesariamente unidas.
Al final solo puedes llegar a la conclusión de que es la propia humanidad, con la Santísima Trinidad integrista al frente y destacando, la que es el cáncer de la humanidad. Paradójico quizás, pero es así. ¿O conocéis por casualidad alguna otra especie animal que se dedique a aniquilarse a sí misma —por las más variopintas gilipolleces y por creer estar en posesión de la verdad absoluta— como hace la especie humana? Pues eso.
LeandroAguirre©2017